Podemos se revuelve contra Díaz por «su falta de liderazgo»
▶ La reunión semanal de ministros que anunció en febrero apenas se convocó cuatro veces
Rebobinemos. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, recogió el bastón de mando de Unidas Podemos que le entregó Pablo Iglesias en marzo del año pasado. A las pocas semanas, reunió al grupo parlamentario; diputados de Podemos, Izquierda Unida, los comunes y Galicia en Común en una sala del Congreso: «Quiero escucharos y quiero que me habléis». Les prometió más poder de decisión. Pero solo se vieron una vez más: julio. La mesa confederal, órgano de coordinación del espacio, formado por los dirigentes de cada partido, también se reunió dos veces. Y sobran dedos de una mano para enumerar las reuniones entre los ministros y secretarios de Estado este año.
La fórmula de Díaz para liderar el espacio no puede ser otra que esos foros, pues no tiene cargos orgánicos en ningún partido. Pero no se convocan. Según ha podido saber ABC, el malestar por la «falta de liderazgo» de la vicepresidenta ha aumentando en los últimos meses, y no solo en los sectores de Podemos, cuya relación con ella se ha deteriorado en la última etapa, sino también con otros más afines, como algunos circuitos de los comunes. Algunas
voces del grupo confederal la excusan en que está centrada en la agenda del Ministerio de Trabajo y apenas tiene tiempo ni herramientas para la coordinación; otras, lamentan que su actitud provoca «incertidumbre».
También hay quien señala que más que «la falta de debate político», uno de los principales problemas es que se enteran de las líneas a seguir a golpe de las intervenciones de la vicepresidenta. «O esperando a escuchar lo que dirá en el Consejo de Ministros». La desazón con las «formas de proceder» de Díaz se gesta desde hace meses, pero repunta estos días porque después del 19-J lanzará Sumar, la plataforma con la que pretende vehicular su futuro proyecto electoral. Allí, Podemos y el resto de partidos estarán en «segundo plano», como ya explicó.
La mesa confederal dejó de reunirse porque la intención de la vicepresidenta era verse con los ministros de Unidas Podemos y sus secretarios de Estado en una especie de ‘mini Consejo de Ministros’, para fijar los temas, debatir y coordinarse antes de la reunión del gabinete del Gobierno de coalición. Díaz prefería esa fórmula. Pero en el grupo confederal no terminó de gustar, entre otras razones, porque ya no se sentaban a hablar todos los cargos orgánicos de IU, Podemos y En Comú Podem, sino porque además esos encuentros iban a hacerse en el despacho de la vicepresidenta en el Ministerio de Trabajo. Estamos hablando de primavera del año pasado y apenas hubo un par de estas citas. En febrero, cuando estalla la guerra de Putin y Podemos carga contra el PSOE por el envío a las armas a los ucranianos, Díaz les desautoriza y se alinea con Pedro Sánchez. El malestar crece. Y es entonces cuando el entorno de la vicepresidencia anuncia que se reactivarán esas reuniones con carácter semanal. Pero este diario ha podido saber que solo se convocaron cuatro.
Gestos que no gustaron
Las diferentes perspectivas con la negociación de la reforma laboral evidencian el ambiente. El equipo de Díaz defiende que hubo coordinación en Unidas Podemos mediante otras fórmulas: aseguran que mantuvieron informados a todos los diputados de la comisión. Y que, aunque las reuniones de la mesa confederal ya no se hagan, Díaz sí se coordina con los ministros y ministras del espacio morado.
Insisten también desde su entorno en que ella no lidera ningún partido. Es precisamente la decisión de que no se reúna el foro confederal lo que genera malestar a determinados sectores, sobre todo de Podemos, que vienen de una cultura política más asamblearia. Recuerdan por su parte que los 34 diputados de Unidas Podemos apoyaron la reforma laboral sin información directa. Hay más detalles que no han ayudado a apagar este runrún.
Apuntan al acto de Díaz con el líder de Más País, Íñigo Errejón, sobre salud mental y precariedad laboral, mientras lamentan que no visibilizó con el mismo interés una iniciativa parlamentaria de Unidas Podemos centrada en el mismo tema sanitario. «Aún así el trabajo sale adelante», conceden desde Podemos; y no dudan en admitir que Díaz es la mejor y más fuerte opción como candidata al Gobierno.
El equipo de la vicepresidenta defiende otras fórmulas para coordinarse y asegura que se informa a los diputados