Delgado menosprecia al Tribunal Supremo y reelige al fiscal cuyo nombramiento tumbó
▶ Reprocha a la Sala que le obligue a comparar sus méritos con los del otro aspirante
«Discrecionalidad no es arbitrariedad», recordó la Sala Tercera del Supremo el pasado 19 de abril. Fue en la sentencia en la que anuló el nombramiento de Eduardo Esteban como fiscal coordinador de Menores porque Dolores Delgado no lo había motivado suficientemente. Los méritos del otro aspirante, José Miguel de la Rosa, superaban con creces a los del candidato de la fiscal general, admitían los magistrados, y por ello ordenaba retrotraer el procedimiento al momento en el que esa propuesta de nombramiento fue elaborada.
Apenas quince días después, en un nuevo escrito fechado el 5 de mayo, la fiscal general insistía en su propuesta, si bien ese texto no ha trascendido hasta ahora, cuando el Boletín Oficial del Estado ha publicado el nombramiento que el Consejo de Ministros había aprobado el día anterior. En el nuevo texto, en el que ya se alude a algo más que a la capacidad del candidato para crear «sinergias positivas», Delgado no escatima críticas hacia el esfuerzo de motivación que el Supremo le exige.
El Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, dice la fiscal general, «no contiene precepto alguno que indique que la elección de un fiscal coordinador deba realizarse en atención a su especialización», dice. Aunque reconoce que éste es un criterio a valorar, la misión encomendada a un fiscal de sala coordinador de menores «exige tomar en consideración la concurrencia de otras competencias y facultades añadidas (...)», como investigación penal, gestión, coordinación, supervisión o estadística.
«En mi anterior propuesta de nombramiento, esta fiscal general del Estado solo se refirió a Esteban sin hacer mención al resto de aspirantes a la plaza. No fue una descortesía hacia los otros», sino que «no hay precedentes» en la institución de este análisis comparativo entre los candidatos en liza. «Ambos presentan brillantes trayectorias profesionales, aunque distintas (...). Sin embargo, y sin que ello implique desdoro alguno del currículo de De la Rosa, el bagaje profesional y el perfil de Esteban se acomoda en mayor medida a las concretas competencias que el fiscal de sala coordinador de menores debe desarrollar», insiste. En este sentido alude a su mayor experiencia en la gestión, coordinación y supervisión de plantillas y un mayor conocimiento en derecho constitucional, «aspecto que considero sencillamente fundamental, pues uno de los elementos –sino el principal que singulariza la especialidad de menores– radica en la especificidad en materia de tutela de los derechos fundamentales» de los niños.
No se «identifica» con él
En este sentido recuerda que hasta hace escasos meses, Esteban se encontraba desarrollando tareas propiamente jurisdiccionales ante el TC, plaza en la que ejercía sus funciones desde el año 2006, a excepción del periodo en el que asumió la jefatura de la Fiscalía Provincial de Madrid. Por contra, dice, De la Rosa no ha asumido funciones investigadoras desde marzo de 2012, cuando cesó como fiscal adscrito a la Unidad de Menores. «Hace más de diez años que no desarrolla tarea alguna como fiscal de menores», apostilla Delgado.
La fiscal general opina que una determinada plaza «no puede pertenecer a un concreto candidato» porque «eso quebrantaría el concepto mismo de discrecionalidad», y no oculta que los planteamientos de De la Rosa están «muy alejados» de los suyos y que no se «identifica» con su postura en «asuntos muy concretos».