Las acusaciones de negligencia policial intoxican el luto por la matanza de Uvalde
▶ Los agentes dejan de cooperar con la investigación por las especulaciones y dudas sobre su actuación
Un goteo de funerales, memoriales y entierros sobrecoge estos días a Uvalde, la localidad de Texas en la que un joven de 18 años tiroteó una escuela de primaria y acabó con la vida de 19 niños y sus dos profesoras. Las exequias se prolongarán hasta mediados de este mes, para que cada una de las víctimas pueda ser recordada y llorada de forma individual.
Ayer por la mañana fue el turno de Irma García, una de las docentes, y de su marido, Joe García, que falleció de un ataque cardíaco al día siguiente de la matanza. Ambos dejaron cuatro huérfanos, una tragedia que ha provocado una inyección millonaria de donaciones para que los pequeños puedan salir adelante. Por la tarde era el funeral de José Manuel Flores, de diez años, un chico al que le encantaba el béisbol y que tuvo la desgracia de estar en la clase donde el atacante descargó una lluvia indiscriminada de balas con un rifle de estilo militar.
En Uvalde, el luto convive con la indignación por la respuesta policial ante la tragedia –el atacante, Salvador Ramos, estuvo una hora parapetado en un aula sin que las fuerzas de seguridad lo redujeran– y con especulaciones y acusaciones sobre qué permitió que ocurriera la matanza. Este ambiente ha provocado que la Policía de Uvalde y el cuerpo de seguridad del distrito escolar de la localidad hayan dejado de cooperar con la investigación de la masacre que lleva a cabo el Departamento de Seguridad Pública de Texas, según ha informado ABC News.
Esta decisión se tomó después de que el director de esa agencia, Steven McCraw, asegurara el viernes pasado en una rueda de prensa controvertida que la decisión de no entrar en el aula a por el atacante durante tanto tiempo fue «equivocada» y contraria al protocolo policial. Según un portavoz de ese organismo, el jefe de la Policía de Uvalde se sometió a una entrevista, pero no quiso tener un segundo encuentro con los investigadores.
Nuevas revelaciones
En las últimas horas también se han conocido nuevos detalles sobre cómo ocurrió la matanza, que ha reabierto el debate en EE.UU. sobre acceso a las armas –Ramos las compró de forma legal– y sobre la seguridad en las escuelas. Se sabía que Ramos había penetrado en el centro educativo por una puerta lateral que debería haber estado cerrada,
El asesino consiguió entrar a la escuela a través de una puerta lateral que una profesora utilizó y cerró, pero que no se bloqueó
sin posibilidad de que se abriera desde fuera. También era conocido que una profesora había abierto esa puerta poco antes de la matanza.
En un principio se creyó que la docente la dejó abierta por accidente, lo que supondría un fallo en los protocolos de seguridad de la escuela. El abogado de la profesora aseguró al medio local ‘San Antonio ExpressNews’ que su cliente la cerró y pensó que quedaría bloqueada.
La docente había dejado la puerta entreabierta con una piedra para poder introducir comida desde un coche aparcado a una de las clases. «Quitó la piedra y volvió a entrar», dijo su abogado, cuando se dio cuenta de que había un ataque. Las autoridades han reconocido que hay grabaciones de seguridad en las que se vio que se cerró la puerta. Sin embargo, no se bloqueó y Ramos pudo entrar y perpetrar el tiroteo.