Penélope Cruz, premio Nacional de Cine por «enriquecer el patrimonio cultural»
►El galardón, que otorga el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros
No quedan más huecos libres en la estantería de Penélope Cruz. Ayer recibió el último gran premio español que le quedaba, el Nacional de Cinematografía, y con ello abrocha una carrera a la que le queda tanto futuro como legado tiene detrás: del Donostia de San Sebastián a la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Arte, pasando por los tres Goya (de trece nominaciones, la que más del cine español), además de todos los que el sector entrega.
Por eso, y por todo lo que ha hecho fuera de nuestras fronteras, el jurado reunido por el Ministerio de Cultura la ha definido como «una actriz icónica cuyo brillante legado enriquece el patrimonio cultural español». Un legado cuyos comienzos suenan lejanos ante las cimas alcanzadas después. Aquella joven de Alcobendas con rostro de niña y cuerpo de bailarina del Conservatorio Nacional ya atraía las miradas de todos los que la vieron en ‘La fuerza del destino’, el videoclip de Mecano (era novia de Nacho Cano) que rodó en 1989. Dos años después, en el filo de la mayoría de edad, Penélope Cruz se puso a las órdenes de dos gigantes del cine español, Bigas Lunas y Fernando Trueba. Con el primero rodó ‘Jamón, jamón’, donde ya coincidió con el que hoy es su marido y padre de sus hijos, Javier Bardem; y para Trueba filmó ‘Belle Époque’.
Después de ese arranque portentoso su carrera ya nunca frenó, y ya en 1997 debutaba de mano de Pedro Almodóvar con ‘Carne trémula’. Con el manchego ha firmado su más estrecha y beneficiosa colaboración –le ha escrito ocho papeles femeninos de esos por los que otras actrices aplazan agendas– y gracias a él arrasó en Cannes y llegó por primera vez a los Oscar (‘Volver’, 2006).
Después llegaría el salto a Hollywood, romance incluido con Tom Cruise, con el que rodó ‘Vanilla Sky’, descafeinado ‘remake’ de ‘Abre los ojos’. Y ya en 2008, el Oscar. El primero para una actriz española. Fue el de mejor actriz secundaria por ‘Vicky Cristina Barcelona’, de Woody Allen.
«Comprometida con su oficio –reza el fallo del jurado– Penélope Cruz busca la excelencia en su trabajo, gracias a lo cual ha creado algunos de los personajes más inolvidables de la historia de nuestro cine». También han alabado ser «una de las cabezas visibles de una generación, la de los años 90, que supuso una renovación del cine español, participando en muchas de las películas emblemáticas y aclamadas internacionalmente. Desde entonces, su enorme talento y versatilidad le han abierto las puertas a colaborar con cineastas de todo el mundo manteniendo igualmente un firme vínculo con el cine español».
El galardón, dotado con 30.000 euros y que recogerá, si todo marcha según lo previsto, en el Festival de San Sebastián el próximo mes de septiembre, abrocha también el éxito de los últimos años, donde ya se ha consagrado como uno de los iconos del Hollywood reciente, además de triunfar en Cannes, el Festival de Venecia y del César de Honor de la Academia francesa. A sus 48 años, en plena madurez interpretativa, con títulos potentes todavía en el horizonte más reciente, la pregunta que queda tras este Nacional de Cinematografía es ver cómo la homenajeará el cine español en las décadas de cine que todavía tiene por delante. Siempre podrá añadir una nueva balda en la estantería.