Un San Isidro con mucha vida
►Más de medio millón de personas han acudido a Las Ventas en una feria en la que Tomás Rufo se proclamó nueva figura
Alos que no son espectadores habituales, les ha sorprendido en Las Ventas, cada tarde, la enorme afluencia y variedad del público, el ambiente de expectación… Además de ser la primera Feria taurina del mundo, la de San Isidro se ha convertido en un auténtico fenómeno social, con las consecuencias para el turismo y para la economía madrileña que eso supone.
Ha durado la Feria 29 días, desde el 8 de mayo hasta el 5 de junio, sin interrupción alguna. (Por grande que sea la afición al fútbol, sería imposible imaginar, en una sola ciudad, 29 partidos en días sucesivos). Ha comprendido 24 corridas de toros, 3 novilladas y dos festejos de rejones. Han actuado toreros de las principales naciones taurinas: españoles, franceses, portugueses y de varios países hispanoamericanos. Sólo un par de datos más: el promedio de ocupación de la Plaza ha sido de 18.500 espectadores: más de medio millón, en total. Se ha puesto el cartel de ‘No hay billetes’ en 11 festejos.
Y algo muy importante, en casi todas las tardes han pasado cosas emocionantes, heroicas, polémicas… Intentaré resumir las principales.
Los toros
La categoría de Las Ventas se mide, ante todo, por los toros que aquí se lidian. Los de esta Feria han sido fieles a esta exigencia: en general, con seria presentación y bien armados. Han dado gran juego los toros de El Pilar, Garcigrande, Alcurrucén, El Parralejo; los novillos de Mayalde y Fuente Ymbro. También han lidiado buenos toros sueltos Victorino, Algarra, Victoriano del Río y García Jiménez.
Las revelaciones
Se recordará esta Feria porque han triunfado clamorosamente nuevos toreros. De los matadores, el toledano Tomás Rufo ha confirmado sus éxitos anteriores y se ha proclamado nueva figura. También ha sorprendido la refinada estética clásica del madrileño Ángel Téllez. En todas las Plazas de España quieren ahora ver a los dos. De los novilleros, abrió también la Puerta Grande Álvaro Alarcón y conquistó al público el mexicano Isaac Fonseca, que va a ser un nuevo fenómeno..
Las figuras
Varias figuras demostraron por qué lo son: Morante deslumbró con una faena artística extraordinaria. El Juli ha logrado ahora el reconocimiento de esta afición más que nunca, como lidiador poderoso, ante reses difíciles. Y Roca Rey puso en pie al público, apenas comenzó sus espectaculares trasteos. En otra línea, se han mostrado seguros lidiadores Javier Cortés y Daniel Luque; auténticos héroes, en corridas duras, Rafaelillo, Manuel Escribano, Sergio Serrano y Juan Leal. Hay que resaltar el buen nivel que han tenido varios diestros mexicanos.
Los que no triunfaron
Limitándome a las primeras figuras, no salió bien la mal planteada actuación en solitario de Paco Ureña. Dejaron dudas sobre su capacidad lidiadora los artistas sevillanos Juan Ortega y Pablo Aguado. La mayor decepción,
en sus cuatro tardes, fue la del reaparecido Talavante.
Los heridos
Por la seriedad de los toros y la entrega de los diestros, ha habido muchos percances: Joselito Adame, Leo Valadez, Gómez del Pilar, Rafael González, Gonzalo Caballero; los novilleros Santana Claros y Arturo Gilio. Hay que subrayar el gesto de Ginés Marín y Román, que volvieron a actuar, pocos días después de haber sufrido graves cornadas.
Los subalternos
Ha habido muchos destacados: los picadores Óscar Bernal, Agustín Collado y Alberto Sandoval. En la brega, José Chacón y Ángel Otero. Con los palos, Iván García y el extraordinario Fernando Sánchez.
Lo peor
Lo denunciaron justamente las pancartas: la mala conservación del edificio. La escasa educación de algunos espectadores, que se mueven durante la lidia, beben demasiado, dan gritos futbolísticos y lanzan almohadillas. Su falta de exigencia y criterio.
Lo mejor
La aclamada presencia del Rey (¡ojalá fuera más frecuente!) y de la presidenta de la Comunidad. La gran asistencia de jóvenes. La pasión por varias emocionantes faenas. Frente a lo que algunos pretenden, en San Isidro hemos comprobado que la Fiesta está muy viva.