ABC (Andalucía)

Debate sin contenido

He visto debates electorale­s en Alemania y Estados Unidos, pero ninguno como éste, tan anodino, incoloro, inodoro e insípido

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

SI el próximo debate electoral andaluz es como el primero, mucho me temo que la audiencia televisiva se quede en la mitad, con unos espectador­es yéndose a la cama y otros cambiando de canal para ver alguna película, que suele haberlas buenas a esa hora. He visto debates electorale­s en Alemania y Estados Unidos, pero ninguno como éste, tan anodino, incoloro, inodoro e insípido, sin chicha ni limoná, con cada contendien­te limitándos­e a soltar su rollo, que ya hemos oído mil veces, sin una frase que merezca la pena recordar, y el único chiste resultó equivocado. «Soy el hombre de moda esta noche», dijo Juan Manuel Moreno, presidente andaluz, al ver a todos contra él, saliendo del agujero en que se había metido. Pero ‘el hombre de moda’ fue la candidata de Vox, Macarena Olona, que se presentó con una porra y empezó a dar porrazos a diestro y siniestro, empezando por el propio Juanma, con quien quiere gobernar, no librándose ninguno de los demás de los estacazos. ¡Menuda forma de hacer amigos! Alguien en Vox debería advertir a la señora Olona que no confunda el debate con un mitin de su partido, donde se pide madera, ni defendiend­o al Estado, del que creo que es abogada, sino ante las cámaras de televisión, donde ocurre algo curioso: que si desde un primer plano se ataca a otro invitado, el espectador lo toma como si le atacasen a él, por mucho que se diga que «el Partido Popular se ha limitado a gestionar el cortijo socialista». La televisión se ve, no se escucha, y el único ataque admitido es la ironía, reírse de sí mismo, algo a mil leguas de los políticos españoles.

En cuanto al resto, el candidato socialista, Juan Espadas, sufrió un ataque de amnesia de su gestión como alcalde de Sevilla y miembro de la Junta de Andalucía, para acusar a Moreno Bonilla de «haber sido nombrado por Vox», su única bala. Mientras las candidatas de Por Andalucía y Adelante Andalucía lanzaron mensajes intercambi­ables sobre cómo salvar Andalucía del «terrorismo machista», dejando al de Ciudadanos implorar por que le dejen seguir cogobernan­do con Moreno, más interesado en no cometer errores que en apuntarse tantos. Con lo que el debate dejó las cosas como estaban.

O peor, pues hemos podido comprobar en directo la pobreza dialéctica de los políticos andaluces, ellos, que derrochan gracia al natural, y la falta de soluciones a los problemas de España. Lo único que oímos al respecto fue que unos, el Partido Popular y Ciudadanos, están a favor de bajar los impuestos y otros, la entera izquierda, de subirlos ‘a los ricos’, que a la postre resulta ser la clase media. Así no se arregla nuestro enorme déficit. Más, cuando el Banco Central Europeo deje de comprar deuda española. ¡Menudo verano nos espera!

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain