Naufragio goleador de Griezmann
Prolonga con Francia su sequía con el Atlético y suma ya 5 meses sin marcar
La vuelta a casa después de su estancia en el Camp Nou no ha resultado la esperada, ni mucho menos, en el caso de Antoine Griezmann, un futbolista que a lo largo del curso no ha conseguido transformarse en aquel delantero resolutivo en el que acabó convirtiéndose durante su primera etapa en el Atlético de Madrid. De las celebraciones a la ofuscación y el atasco, una línea tan fina como sorprendente. Tanto que las dobles cifras goleadoras repetidas por el francés en los cinco años previos a su fichaje por el Barcelona han menguado a tan solo tres aciertos en la Liga 202122. Uno, dos y tres. Sequía como rojiblanco que se ha extendido con los colores de su selección y ya son cinco los meses en los que el delantero sigue de espaldas a la portería. Una eternidad para el Principito.
Ni sin portero. Fallos como el que cometió el pasado lunes ayudan a entender mejor la mala racha de Griezmann, que comenzó como suplente ante Croacia. Después de que Kramaric igualara de penalti para los locales, el galo desperdició el 1-2 y también la ocasión perfecta para poner fin a su peor pesadilla. Una mala salida del meta en la recta final le brindó la oportunidad de rematar prácticamente a puerta vacía, pero ni aún así consiguió encender la luz. El golpeo fue defectuoso y el balón se marchó desviado. Ojos cerrados, impotencia y otro nuevo gesto de desesperación.
Porque el día del partido ante los croatas se cumplieron cinco meses de la última celebración de Griezmann, un tanto en la Copa ante un rival menor como el Rayo Majadahonda. A partir de entonces, agua en todos sus intentos. Aquel 6 de enero fue el comienzo de una racha nefasta y son ya 22 encuentros consecutivos (17 con el Atlético y 5 con la selección) en los que el atacante se ha estrellado ante su nueva realidad.
Solo unos días antes de ese fallo, Francia había sucumbido en su casa ante Dinamarca en otra mala noche de Griezmann, diana de las críticas de la prensa de su país, donde se llegó a acusar al delantero de deambular por el campo. Didier Deschamps, seleccionador de Francia, tuvo que salir al paso para defender a su futbolista: «Su calidad y potencial es innegable, también su influencia en ataque, marcando goles unas veces y otras no. Su estado de ánimo no es el mejor y solo con un chasquido de dedos no va a dejarlo todo atrás».
Palabras para levantar la moral de un Griezmann que sale malparado en las comparaciones con otras estrellas de la selección como Mbappé o Benzema, que en los últimos 1.300 minutos jugados con sus clubes y con Francia han conseguido 19 goles cada uno. El atacante del Atlético tiene por delante dos nuevas balas (de nuevo ante Croacia y ante Austria) para romper la cadena y encontrar el gol que tanto se le resiste antes de poner fin a la temporada.
La próxima, pese a las dudas, volverá a vestir de rojiblanco, según confirmó recientemente el presidente Cerezo. El acuerdo de cesión del delantero entre el Barcelona y el Atlético es por dos temporadas y en el Metropolitano se cuenta con él. «Griezmann es, para mí, uno de los tres o cuatro mejores de Europa. Es un jugador del Atlético de Madrid, tiene contrato con nosotros y seguirá aquí», aseguró el presidente de la entidad rojiblanca.