México maniobró para que Guaidó no fuera a la cumbre americana
► Biden defiende la democracia ante críticas y desplantes tanto de López Obrador como de Bolsonaro ► EE.UU. presenta una iniciativa para combatir el cambio climático y aun negocia un gran acuerdo migratorio
Entre propuestas para combatir el cambio climático y reducir los flujos migratorios, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha intentado también que la Cumbre de las Américas sea una oportunidad para celebrar la democracia en el continente, con poco éxito. Una brecha se ha abierto por la estrategia, clara y abierta, de México de poner freno a cualquier apoyo al cambio de régimen que afecte a sus socios en Cuba, Venezuela y Nicaragua, y también por las afrentas de un Jair Bolsonaro que emula a su amigo Donald Trump y ha llegado a Los Ángeles con denuncias preventivas de fraude electoral en las elecciones brasileñas de octubre, justo en un momento en que culminan las investigaciones por la insurrección en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
Joe Biden obvió en la inauguración de la cumbre el miércoles que de los 30 mandatarios invitados sólo hubiera ante él 21, y varias delegaciones aliadas del eje La Habana-Caracas, como la de México, que habían logrado la ausencia en esa ceremonia de Juan Guaidó, considerado por EE.UU. presidente encargado de Venezuela y hasta ahora interlocutor directo de la Casa Blanca, que en 2019 rompió con el chavismo. Según pudo saber ABC, una de las condiciones de la delegación mexicana para enviar a su canciller, Marcelo Ebrard, y a su responsable diplomático para América del Norte, Roberto Velasco, fue la ausencia de Guaidó.
«La democracia no es solo la característica definitoria de la historia de América, sino un ingrediente esencial de su futuro», proclamó Biden en Los Ángeles. «Puede que no estemos de acuerdo en muchas cosas, pero como somos democracias, superamos nuestras diferencias con respeto y diálogo», añadió el presidente en su discurso en el escenario del Teatro Microsoft, donde se suelen celebrar las ceremonias de entrega de los Emmy, los Grammy y otros premios. Antes, Biden sí llamó a Guaidó por teléfono, para reiterarle su reconocimiento como presidente encargado y el apoyo a las negociaciones con el régimen.
Bajo protesta
La agencia Ap también informó ayer de esas maniobras de México, y dijo, citando fuentes propias, que las habían secundado Bolivia, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y San Vicente y las Granadinas. Justo ayer, López Obrador aseguró en una de sus conferencias de prensa que México está en la cumbre pero «en protesta» por quienes no vinieron a este evento. «Estamos representados, pero al mismo tiempo lo hacemos bajo protesta, porque no aceptamos que se excluya a nadie, queremos la unidad de los países de América en beneficio de nuestros pueblos y no queremos alentar bloqueos ni discriminación, no estamos de acuerdo con mantener la misma política de siempre: intervencionista, que afecta a la gente, que tiene que ver con las cúpulas de poder económico y político, las diferencias arriba», dijo.
No solo el eje bolivariano pone en jaque esa estrategia de refuerzo de la democracia de la Casa Blanca, que ya en diciembre organizó un foro mundial dedicado a ese sistema de soberanía popular. Ayer tenía en agenda Biden su primer cara a cara con Bolsonaro, que optó por ausentarse de la ceremonia inaugural para hacer campaña en Brasil. El mandatario brasileño se enfrenta a la reelección en octubre, y las encuestas le dan por detrás de su contrincante, el
Sobre cambio climático, la Casa Blanca anunció ayer un nuevo marco para elevar la cooperación de EE.UU. con las naciones del Caribe