Escrivá aprueba por la mínima sus planes de pensiones de empleo
► Podemos anuncia el fin del tope legal al pago de cotizaciones, pero el Gobierno lo desmiente
El pleno del Congreso dio ayer luz verde al fondo público de pensiones en otra votación excesivamente ajustada para los anhelos del Gobierno en torno a uno de los puntos fundamentales de la reforma de las pensiones, que pasará en pocos días el examen de la Comisión Europea como una de las condiciones para la llegada de los fondos europeos para la recuperación.
Finalmente, el Ejecutivo contó con el apoyo de Unidas Podemos, PNV, Ciudadanos, Nueva Canarias, Partido Regionalista de Cantabria, PDECat y Teruel Existe. El dictamen de la ley salió adelante por un solo voto de diferencia, al igual que ocurriera con la reforma laboral. El PP certificó su rechazo por la diferencia de incentivos fiscales que tendrán los asalariados y los autónomos, y por la negativa de la Seguridad Social a articular una mejora transitoria de las exenciones en el IRPF por las aportaciones a planes de pensiones privados, que se mantendrá en 1.500 euros como límite para este año.
El Ejecutivo no solo tuvo en frente a PP y Vox sino que también encajó los votos en contra de varios de sus socios habituales: ERC, Compromís, Más País, BNG o CUP, además de otros como Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias o Junts. La votación se resolvió con 172 votos a favor y 163 votos en contra, y con la abstención de Coalición Canaria y Bildu, que confirmaron su posición tras cerrar un acuerdo con el Gobierno para incluir en el decreto de ampliación de las medidas anticrisis un incremento del 15% de las pensiones no contributivas para lo que resta de año.
El debate volvió a enfangarse entre críticas al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, a quien los partidos responsabilizaron del caos que ha rodeado la tramitación parlamentaria de esta ley, que culminó con la «chapuza» de la sesión de la Comisión de Trabajo en la que se aprobó por error un paquete de enmiendas de Unidas Podemos que echaba abajo el eje central del proyecto del Gobierno para impulsar los planes de pensiones de empleo al limpiar la ley de incentivos fiscales.
El diputado del PP, Jaime de Olano, afeó las formas del Gobierno. «Es una chapuza», proclamó, replicando las críticas vertidas por los populares una semana antes . «Apoyamos los votos particulares para solventar el dislate», argumentaban los populares, antes de confirmar que pese a ello no apoyarían el dictamen final de la ley. También desde el PNV, Íñigo Barandarian, afeó las formas al ministro Escrivá, pese a anunciar el apoyo a la medida. «No se ha hecho bien», lamentó, antes de asegurar que entiende las prisas que ha impuesto Bruselas para da luz verde al fondo público de pensiones.
Rifirrafe en La Moncloa
Como parte de ese dislate causado por el error del PSOE en la votación de enmiendas hace una semana, Podemos anunció durante su intervención un pacto con el Gobierno para eliminar el tope legal a las bases de cotización a la Seguridad Social, que actúa de límite para conseguir una cierta proporción entre las aportaciones que hacen las rentas más altas al sistema y lo que reciben en forma de pensión Así justificó, de hecho, el rechazo que a la postre hizo a sus propias enmiendas, donde se incluía una versión dura de ese alza de las bases máximas.
No había terminado el pleno y el Ministerio de Seguridad Social ya estaba desmintiendo tal acuerdo. Escrivá hizo lo propio en cuanto acabó la sesión. Dijo que ese punto se incluía tanto en las recomendaciones del Pacto de Toledo como en el plan de reforma remitido a Bruselas. «La dinámica con la medida será acordarla en el seno de Gobierno y después con los agentes sociales», aseguró, rebajando el anuncio al que Unidas Podemos se remitió para justificar su cambio de postura respecto a sus propias enmiendas.