La saga jurásica recupera a la vieja guardia para evitar la extinción
Neill, Dern y Goldblum vuelven a ‘Jurassic World: Dominion’, el cierre de la trilogía
Lo que un meteorito extinguió, el ser humano lo terminó resucitando. Parece una moraleja vital, pero no es más que una excusa a la que se ha agarrado la ficción para seguir llenando las salas. La otra es la nostalgia, esa añoranza prefabricada que permite reinventar genéticamente a los dinosaurios o morir por exceso, de éxito pero también de recuerdos, reuniendo en el final de una saga a los viejos iconos de una generación y a los que los nuevos tiempos imaginaron capitaneando su legado.
Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum, que habían vuelto en algún momento a la franquicia jurásica pero nunca juntos desde que Spielberg los reunió por primera vez en la isla Nublar hace casi 30 años, se reencuentran de nuevo en ‘Jurassic World: Dominion’, la despedida con la que Colin Trevorrow prioriza la emoción y la acción a la prolija fauna de criaturas. Vuelven también Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, y al final esa reunión forzada es lo único que importa en una película plagada de homenajes a la original, incluida la muerte de un villano y el ataque de un todoterreno. «Es muy fácil caer en la trampa de hacer de estas películas un desfile de cosas que sabemos, y el público se ha acostumbrado a emocionarse con algo porque reconoce ciertos elementos. Yo quería tratar de ser lo más fresco posible», dice el cineasta. Aunque el invento le sale a medias.
También para Goldblum, que repite como Ian Malcolm, el truco está en «tratar de no copiar a nadie». «Me enseñaron a seguir intentando aprender, a encontrar algo en mí que sea solo mío», cuenta el actor, con más canas pero las mismas gafas y gestos de siempre. Desde luego, el excéntrico actor es irrepetible dentro y fuera del parque. Volver a la saga jurásica le trae buenos recuerdos porque, asegura, «es una oportunidad única». «‘Parque Jurásico’ quedó grabada en mi memoria. Trabajar con Spielberg fue una ‘masterclass’, algo muy emocionante. Y conocí a Sam y Laura. Cambiaron mi vida, la mejoraron, y desde entonces no hemos vuelto a estar juntos en pantalla, así que hacerlo aquí ha sido grandioso», reconoce el intérprete, que bromea: «No podréis callarnos sobre viajes nostálgicos por el camino de la memoria».
Ni falta que hace. El regreso del trío original no se limita al típico cameo, sino que su presencia está justificada e integrada en la nueva dinámica. Vieja y nueva (ya veterana) generación coexisten más que los dinosaurios y las personas, a pesar de que la premisa de ‘Jurassic World: Dominion’ parte precisamente de esa normalidad con la que, a diferencia de hace 30 años, conviven las criaturas y los seres humanos. «Los dinosaurios nos dan un sentido de humildad y una comprensión de que en realidad somos una parte muy, muy pequeña de la historia. Creo que cuando te encierras en ti mismo y en tus propios problemas, ayuda mirar a los dinosaurios y darte cuenta de lo pequeño que eres. Es como mirar a las estrellas», reflexiona Colin Trevorrow, a los mandos de una trilogía que empezó en 2015 y continuó Bayona en 2018.
Claves del éxito
«Hay muchos motivos por los que una franquicia tiene éxito o fracasa. Habíamos repetido el mismo escenario, el de la isla, en demasiadas películas. Aquí teníamos la oportunidad de contar una historia más grande», defiende el director, que se despide con esta película de una saga que puede encontrar continuidad en Howard como directora. Todo final es susceptible de ser un principio. Y la vida siempre se abre camino.