Pap Ndiaye El ministro francés que defiende la condición negra
Macron ha entregado la cartera de Educación a este historiador, hijo de senegalés y francesa, que se considera «un puro producto de la meritocracia republicana»
«Los tiempos cambian que es una barbaridad», dice Don Hilarión en ‘La verbena de la Paloma’. En Francia, mucho más… Nicolas Sarkozy, presidente conservador, nombró ministra de Justicia a Rachida Dati, hija de emigrantes magrebíes con hermanos encarcelados por tráfico de drogas. François Hollande, presidente socialista, nombró ministra de Educación a Najat Vallaud-Belkacem, hija de emigrantes magrebíes, así mismo, especialista emérita en «sexualidades diversas».
Emmanuel Macron, presidente liberal reformista, va un poco más lejos: nombró días pasados ministro de Educación a Pap Ndiaye, un historiador que se hizo célebre defendiendo la condición negra en la historia cultural, social y política de Francia. Pap Ndiaye (56 años) nació en la periferia de París, Antony (Hauts-de-Seine), hijo de padre senegalés y madre francesa. Su padre fue el primer estudiante del África subsahariana que consiguió el título de ingeniero en la muy selecta École Nationale des Ponts et Chaussées. Su madre, heredera de una familia de agricultores acomodados.
Pap Ndiaye vive en pareja con la socióloga Jeanne Lazarus, nieta y biznieta de dos héroes nacionales, el general Charles Mangin, que se hizo célebre en la batalla de Verdún, durante la I Guerra Mundial (1914-18), y Stanislas Mangin, compañero del general De Gaulle en la Resistencia contra la Wehrmacht de Hitler. Estudiante brillante en la École Normale Supérieure de Saint-Cloud, historiador, sociólogo y especialista en la condición negra en los EE.UU., donde cursó estudios y enseñó, Pap Ndiaye fue el primer presidente del comité científico de la CRAN, la organización creada para defender la condición negra en la vida pública francesa.
El ministro de Educación se hizo célebre en 2008, cuando publicó su obra de referencia, ‘La condición negra: ensayo sobre una minoría francesa’, obra de referencia para intentar comprender la evolución multicultural de Francia. Catorce años después, Pap Ndiaye hace este balance de la sociedad francesa y de su obra: «Yo esperaba que mi libro iniciase en Francia los ‘black studies’, con el fin de intentar comprender los problemas vividos por las personas negras. El balance es muy moderado. Han aparecido estudios pero también han crecido nuevos problemas, muy profundos».
A juicio de Ndiaye, izquierdas y derechas no han podido o no han sabido asumir la problemática de la condición negra en Francia. Y avanza estas conclusiones provisionales: «Incluso si es evidente que la raza no existe desde el punto de vista biológico, es necesario reconocer que esa palabra no ha desaparecido de las mentalidades. Y perdura en el imaginario histórico, con efectos sociales muy negativos. Se puede abolir la palabra raza de las ciencias sociales y la Constitución, pero esa prohibición no hace desaparecer las discriminaciones. Es una evidencia que sobre muchos franceses negros pesa la sospecha de que no son ‘auténticos’ franceses. Si se quiere combatir el racismo, es necesario comenzar a hablar de la condición negra en Francia». ¿Cómo percibe Pap Ndiaye su misión personal como ministro de Educación? De este modo: «Yo soy un puro producto de la meritocracia republicana. El mundo de la enseñanza es el mío, desde siempre. Mi trabajo será ponerme al servicio de la juventud de mi país».
Su conclusión «La raza no existe en biología, pero no ha desaparecido de las mentalidades»