«He vivido dos regímenes en Andalucía, el de Franco y el socialista»
► El sevillano, institución del articulismo español, reflexiona acerca de la transformación sociológica de Andalucía tras cuatro décadas de PSOE
Hace 50 años publicó un libro que rompió los cristales de la indolencia del Sur. ‘Andalucía, ¿tercer mundo?’ fue un grito identitario en el que Antonio Burgos Belinchón (Sevilla, 1943) vaticinó los grandes problemas a los que se enfrentaba su tierra en la democracia. Todo se ha cumplido. Burgos lleva medio siglo encabezando el escalafón de los columnistas españoles, pero jamás se ha apartado de la sombra de la Giralda. Nadie ha escrito con tanto compromiso como él de su tierra y pocos conocen mejor una sociedad tan acosada por los tópicos. Su visión sobre las elecciones del próximo 19 de junio, para las que las encuestas pronostican la consolidación de la derecha tras una larga hegemonía socialista, es la de un escritor con la sangre blanca y verde.
—Los sondeos pronostican un triunfo del PP, lo que significaría que en Andalucía se ha producido un vuelco sociológico y la maquinaria socialista ya no ata a los andaluces. ¿Cómo lo ve usted?
—Ojalá sea así, pero yo creo que ahora mismo, de cara al 19 de junio, el PP tiene enfrente a varios enemigos, aparte del PSOE y de los partidos de sopa de letras que están a la izquierda. El primer enemigo es la excesiva confianza de los presuntos votantes del PP. Ya ocurrió con Javier Arenas, que tenía unas encuestas tan buenas que la derecha dijo: «Para qué voy a ir a votar». Y se quedó en la playa. Ese exceso de confianza de las encuestas es el peor enemigo de Juanma Moreno. Otro enemigo es el propio calendario porque en Granada, en Sevilla y en muchos pueblos de Andalucía el jueves próximo es el Corpus, uno de esos jueves que relucen más que el sol, y la gente puede aprovechar para irse de puente. Venirse de la playa para votar es para muchos algo molesto. —En todo caso, que las encuestas auguren el giro de Andalucía hacia el bloque de la derecha es nuevo. ¿Qué
ha hecho mal el PSOE en Andalucía para perder ese poder que llevó a Guerra a decir que en el Sur ganarían aunque presentasen a una cabra?
—El PSOE era, y en los pueblos sigue siendo, una máquina de ganar elecciones. Me está sorprendiendo mucho que en esta campaña nadie habla del famoso voto cautivo. Es un tema que no ha citado nadie porque quizá haya desaparecido. El PP lo ha hecho muy bien en eso. Ni el peor enemigo le hubiera deseado a Moreno Bonilla lo que se ha encontrado al llegar a la Presidencia de la Junta, que ha sido, aparte de la pandemia, la inflación, la huelga de transportes y siga usted poniendo adversidades. Parece que lo ha mirado un tuerto de todo lo que ha tenido en contra. Y lo que le achacan de los recortes en sanidad, no los veo por ningún lado. Él ha sido el que ha puesto en funcionamiento el Hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla, por ejemplo, abandonado por el Ministerio de Defensa en manos del PSOE y por la Junta. Ese hospital estaba totalmente desvalijado y destrozado. Ahora está en funcionamiento. Se han dado situaciones tan curiosas como que se encontraron, tal que en la oficina de objetos perdidos, un hospital en la Cartuja a medio hacer. La labor del PP en la Junta ha sido todo lo contrario a estos cuarenta años de régimen que hemos padecido y que yo creí que nunca íbamos a cambiar.
—Usted lo vio venir cuando escribió ‘Andalucía, ¿tercer mundo?’. Ese libro fue una llamada de atención contra el subdesarrollo. ¿Cuáles son las razones por las que Andalucía perdió el tren con respecto a otras comunidades?
—Ahora hace 50 años que publiqué ‘Andalucía, ¿tercer mundo?’, que despertó la conciencia de muchos andaluces, de muchos que incluso sin creer en ella han vivido tan ricamente de Andalucía, los que le arrebataron la bandera blanca y verde al ya disuelto Partido Andalucista (PA), pero que en realidad eran una sucursal de Madrid y utilizaban esta tierra como su granero de votos para llegar a La Moncloa. Ese granero se ha roto y ojalá el 19 de junio puedan darse las condiciones para que el subdesarrollo que yo denunciaba termine ya. Porque el subdesarrollo andaluz no sólo es económico, sino también político. El desprecio a Andalucía frente a otras regiones que no quieren ser España y que sostienen en el poder a Sánchez sigue siendo absoluto. Sánchez ha pactado con los herederos de los asesinos de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García Ortiz y eso es algo que los andaluces no le perdonaremos. Ha pactado con los que quieren acabar con el régimen de libertades de la Constitución del 78 y ponen en duda el equilibrio de la institución monárquica… —Hasta que llegó Juanma Moreno, usted sólo había conocido en Andalucía a Franco y al PSOE.
—Algunos sólo hemos vivido en dos regímenes, nacimos en el régimen de Franco y luego hemos vivido en el régimen socialista, que empezó con la autonomía andaluza que algunos ayudamos a que viniera porque hubo un frente cultural a favor de Andalucía con nombres señaladísimos, como Manuel Barrios y los otros autores de la nueva narrativa andaluza. O el médico humanista de Cazalla de la Sierra José María Osuna, autor de ‘Andalucía en el fiel’ en 1952, que fue quien nos descubrió la bandera blanca y verde y el que nos regaló el ‘Ideal Andaluz’ de Blas Infante, que me lo com
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