España pacta con EE.UU. duplicar los visados laborales para hondureños
► El gran acuerdo migratorio de Biden en la Cumbre de las Américas incluye ayudas económicas a los venezolanos ► La Casa Blanca dice que Sánchez potenciará un programa de permisos que hoy incluye solo a 250 temporeros
El gran acuerdo migratorio al que Joe Biden aspiraba para culminar la IX Cumbre de las Américas quedó en una declaración que incluye programas para que los países más desarrollados acojan a más temporeros por vías legales, una inversión por parte de Estados Unidos de 314 millones de dólares para los refugiados venezolanos y la reanudación de un programa de reagrupación familiar para cubanos, entre otros. España, que negoció ser parte de este acuerdo migratorio, finalmente se compromete, según la Casa Blanca, a «duplicar el número de visados laborales para que los hondureños participen en los programas de migración circular». La Administración estadounidense no dio ayer más detalles, pero todo apunta a que la contribución española es más bien modesta.
Según reveló el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones español el año pasado, durante 2021 se puso en funcionamiento un nuevo proyecto piloto de migración circular con Honduras, que contemplaba que anualmente llegue un total de 250 trabajadores de ese país para campañas agrícolas. El Gobierno mantiene igualmente abiertos programas con Marruecos, Colombia y Ecuador.
EE.UU. impulsó el pacto migratorio denominado ‘Declaración de Los Ángeles’, cuyo objetivo manifiesto es ofrecer ayudas a los países que reciben el mayor peso de la inmigración y tratar de desincentivar ésta desde la raíz. La declaración «busca movilizar a toda la región en torno a acciones audaces que transformarán nuestra estrategia para gestionar la migración en América», según dijo la Casa Blanca en un comunicado.
La ausencia en la cumbre de los presidentes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, de los que proceden muchos de los inmigrantes que recibe EE.UU., ha suscitado dudas sobre la eficacia de los acuerdos alcanzados. La declaración sí incluye compromisos específicos de un amplio abanico de países, como México, Canadá, Costa Rica, Belice y Ecuador.
Durante la pandemia, EE.UU. ha detenido a cifras récord de sin papeles. Solo entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, la Policía de fronteras detuvo a tres millones de indocumentados y devolvió en caliente a México a la mitad de ellos. En su inmensa mayoría son centroamericanos y haitianos. Esas llegadas además van en aumento. Solo en abril de este año, último mes del que hay cifras oficiales, las autoridades migratorias detuvieron a más de 260.000 sin papeles.
El Gobierno estadounidense ha anunciado también en esta cumbre una serie de iniciativas dedicadas a mejorar la economía centroamericana y desincentivar la emigración, incluidas inversiones del sector privado por valor de 2.000 millones de dólares, o 1.800 millones de euros, y ayudas públicas de 300 millones. Además, se anunció una reforma del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para fortalecer las inversiones en el sector privado en el continente.
En el caso de España, los trabajadores hondureños reciben visado de
residencia y trabajo de una duración determinada, una vez acabado el empleo, se comprometen a volver a su país de forma inmediata y presentar pruebas a la Administración española de ese retorno.
Pero 250, si esa es la cifra final pactada por España, es poco. En dos años, casi medio millón de hondureños han sido detenidos tras entrar sin papeles en EE.UU., de un total de casi cuatro millones de peticionarios de asilo, según un recuento oficial norteamericano. La vicepresidenta norteamericana, Kamala Harris, medió directamente para que acudiera a la cumbre la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien a última hora se ha ausentado.
El mayor éxodo del continente, y uno de los más graves del mundo, es el de venezolanos. Calcula Naciones Unidas que han huido seis millones de ellos en los pasados años, repartidos por todo el continente. El Gobierno de Joe Biden destinará 314 millones de dólares para apoyar a ese colectivo, según la Casa Blanca. El compromiso incluirá 171 millones de dólares en ayuda humanitaria y alimentos de emergencia para los migrantes y refugiados venezolanos en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, dijo el viernes el Departamento de Estado estadounidense.
El Gobierno de Biden también reiniciará los programas que permiten a ciertos ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes traer a sus familiares en Cuba y Haití a EE.UU. de forma temporal, dijo el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. La Administración estadounidense también destacó el viernes lo que denomina esfuerzos «sin precedentes» lanzados en abril para desbaratar las redes de contrabando de personas y una regulación implementada a fines de mayo que pretende acelerar el procesamiento de los solicitantes de asilo en su frontera con México.
En la cumbre, Biden tuvo encuentros bilaterales con Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, Gabriel Boric, de Chile, y Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá. Era la primera ocasión en que Biden y Bolsonaro se vieron, y según dijo la Casa Blanca se trataron los problemas migratorio y climático. La reunión entre ambos mandatarios, a la que asistieron brevemente fotógrafos y periodistas, fue tensa, especialmente después de que Bolsonaro pusiera en duda que Biden ganó las elecciones, algo de lo que se desdijo después.
Washington no dio ayer más detalles, pero todo apunta a que la contribución española es más bien modesta