Sanidad repartirá las vacunas de la viruela una a una y con informe previo
Madrid critica que la burocracia prevista impedirá cortar rápido la transmisión
Una a una. El Ministerio de Sanidad ha previsto una distribución de la vacuna de la viruela con cuentagotas que deberá acompañarse, además, de un informe individual de cada uno de los pacientes. Es la fórmula que ha pensado el departamento de Carolina Darias para que las comunidades autónomas accedan a las únicas 200 dosis que se han comprado hasta que empiecen a llegar las vacunas prometidas de la compra centralizada europea.
Pero la transmisión de la viruela del mono no se detiene. Solo en la Comunidad de Madrid ya hay 275 casos confirmados, más que el número de dosis adquiridas para todo el país. Por eso, la fórmula no gusta a la comunidad autónoma, la región que soporta uno de los peores brotes de la viruela del mono de toda Europa. La Consejería de Sanidad madrileña solicitó formalmente por escrito que comience cuanto antes el reparto de vacunas. Y la respuesta del Ministerio es que se decidirá caso a caso, con un procedimiento de petición pormenorizada. Esta decisión solo eleva la burocracia y ralentiza la administración ágil de las vacunas, se queja Madrid. Aseguran, fuentes de la Consejería de Sanidad madrileña, que será imposible cortar las cadenas de transmisión de la enfermedad que es el único objetivo de la vacunación.
La vacuna de la viruela no es específica para prevenir el contagio de la viruela del mono, pero funciona. Ningún país afectado se ha planteado inmunizar de forma generalizada a la población más joven que no fue vacunada en la niñez, pero sí como herramienta para cortar la evolución del virus. Si se utiliza en personas que han estado expuestas al virus y han mantenido un contacto estrecho con el infectado cuatro días después de la exposición no se desarrolla la enfermedad. Y si se amplía su uso hasta 18 días, se consigue minimizar la gravedad de la enfermedad.
Solo contactos estrechos
La Comisión de Salud Pública aprobó ayer una estrategia de vacunación que da luz verde a su utilización en los contactos estrechos de los infectados, con especial atención los más vulnerables, como las personas con VIH. También tendrá prioridad el personal sanitario y de laboratorio que hayan estado en contacto con contagiados confirmados sin medidas de precaución o de sus muestras.
El problema es que no hay dosis disponibles. Solo en Madrid el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, calcula que se necesitarían mil dosis para hacer frente a los 275 casos activos, que tienen una media de cuatro contactos estrechos. Desde el Ejecutivo madrileño no entienden «el porqué de esta tardanza y la falta de agilidad en la toma de decisiones».