Espadas quiere gobernar la Junta como lo hizo de alcalde en Sevilla
Aspira a una mayoría que le posibilite pactar con los partidos a su izquierda Moreno se aleja de Vox mostrando en Almería su defensa de una inmigración regulada
El ministro Félix Bolaños participó ayer en la campaña y dijo que el 19-J es «una confrontación entre el pasado y el futuro»
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta, Juan Espadas, aspira a gobernar Andalucía con una mayoría suficiente como la que disfrutó en la Alcaldía de Sevilla para alcanzar acuerdos con los partidos a su izquierda; en este caso, la confluencia de IU, Podemos y Más País (Por Andalucía) y los anticapitalistas de Teresa Rodríguez.
A pesar de las escasas probabilidades que le dan las encuestas, o precisamente por eso, Espadas marcaba ayer un paralelismo entre sus opciones y las de Juanma Moreno para presidir la Junta, obviando la posibilidad de que el actual presidente, al que los sondeos auguran la relección, pueda gobernar sin necesidad de apoyo de otros grupos.
«Mi problema para gobernar es el mismo» que el que se le presenta a Juanma Moreno, dijo Espadas durante una entrevista en la COPE. «Él sabe que tiene que gobernar con Vox», dijo, mientras en su caso tendrá que hacerlo «con otras fuerzas de izquierda».
Recordó así su etapa como alcalde en Sevilla donde se encontraba «en clara minoría» mientras la oposición contaba con «mayoría absolutísima», a pesar de lo cual fue capaz de sacar adelante el mandato y sus presupuestos, gracias a la búsqueda de «acuerdos permanentes».
Con la premisa de que el PP afronta entonces un «peor escenario» para la gobernabilidad de Andalucía, por que su socio natural es un partido «que quiere destruir Andalucía», Espadas ha colegido que «elegir a Moreno Bonilla es arriesgarse a ese pacto con Vox», con la alternativa de que «votar a Espadas es tener un Gobierno como el que he hecho en la ciudad de Sevilla».
Vincular a Moreno con Vox es un fijo en la estrategia de campaña del PSOE. Ayer, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, sostenía que para las elecciones andaluzas hay dos modelos «distintos», el del PSOE y su candidato, Juan Espadas, que apuesta «por reforzar lo público» y «a favor del futuro», y el de «la candidatura OlonaBonilla lo que puede suponer de retroceso al Estado del bienestar», dijo.
El pasado y el futuro
En un acto en Málaga de homenaje y ofrenda floral sobre la memoria histórica, Bolaños aseguró que estas elecciones son «cruciales», incidiendo en que son «una confrontación entre el pasado y el futuro». Tras 37 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos en Andalucía antes del cambio, la frase del ministro da para reflexionar.
Espadas, tras un muy discreto mitin en Almería en cuanto a público, tuvo ayer encuentro en Sevilla con el sector cultural, «eje capital» de su modelo de gobierno, donde saludó a su sucesor en la Alcaldía Antonio Muñoz. Hoy tiene de nuevo cita con Pedro Sánchez en un mitin en Cártama y el domingo recibirá el apoyo de distintos presidentes autonómicos en un acto en Córdoba. Entre otros participarán los presidentes de de Canarias, Baleares, Valencia, Aragón, La Rioja, Asturias y Extremadura. Al encuentro no acudirá Emiliano García Page, que esta semana se refería a la unanimidad que reina en el PSOE: «Sólo decide uno, Pedro Sánchez, los demás somos monaguillos».
Un Gobierno sin Vox
Frente a la reiteración del discurso socialista sobre el miedo a la ultraderecha, Juanma Moreno volvía ayer a marcar distancias con Vox en otra llamada al voto útil para formar un Gobierno só
lido y en solitario que le aleje de imposiciones de otras fuerzas políticas.
Moreno se muestra convencido de que no tendrá que «negociar» con Vox para formar Gobierno porque sacará una mayoría suficiente el 19 de junio para gobernar en solitario. Considera que el candidato socialista, Juan Espadas, está «obsesionado» con Vox.
En declaraciones a los periodistas durante una visita a la empresa hortofrutícola La Unión de Adra (Almería), Moreno reiteró que la hipótesis de tener que negociar un Gobierno con Vox «no se va a producir» porque va a ganar las elecciones con una mayoría suficiente que le va a permitir gobernar en solitario con un ejecutivo «monocolor», para poder «llegar más lejos y más rápido, sin tener que dedicar energías a negociaciones».
Y para muestra de sus diferencias con la formación de Abascal, en Adra, uno de los municipios donde Vox obtuvo los mejores resultados en los comicios de 2019, Moreno lanzaba un mensaje al partido de Macarena Olona: «La inmigración es importante porque hay ciertas actividades que los andaluces no quieren hacer».
Una inmigración regulada
Moreno, a preguntas de los periodistas explicó que el PP «quiere una inmigración ordenada y regulada, que se haga conforme a la legislación». Moreno reconoce que «la población inmigrante juega un papel muy destacado en el desarrollo económico de algunas zonas como Huelva o Almería», en referencia a los cultivos de fresa y los invernaderos en ambas provincias, así como en los sectores de la construcción y la hostelería en general.
«El punto medio es el equilibrio entre los que quieren una inmigración de puertas abiertas y los que desean eliminar la presencia de inmigrantes, con el impacto económico que eso tendría», explicaba Moreno.
Durante su visita a una planta de procesado de hortalizas en Adra, Moreno ha anunciado para la próxima legislatura «una revolución hídrica» en el sector agroalimentario para reutilizar el agua, contar con desoladoras de última generación y generar nuevas capacidades de almacenaje. «Sin agua no hay vida, no hay agricultura ni capacidad de futuro», dijo.