Hernández logra evitar ‘in extremis’ debatir su programa frente a Petro
▶ Los sondeos arrojan un empate técnico en la segunda vuelta de los comicios colombianos de mañana
Los colombianos se quedaron esperando el debate en el que los dos candidatos a la presidencia, el populista Rodolfo Hernández y el izquierdista Gustavo Petro, en empate técnico según los últimos sondeos en esta segunda vuelta, iban a confrontar sus programas. La verdad es que nadie pensaba que Hernández atendería la fecha y hora límite, seis de la tarde de este jueves, a pesar de haber marcado una serie de condiciones para cumplir con la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá, que ordenó a los dos candidatos sostener un encuentro para debatir frente al país.
Ante semejante oportunidad que abría el Tribunal, Petro respondió rápidamente a favor del inmediato debate. Entonces, alegando que sus abogados estaban analizando el fallo y «el contexto que pide el tribunal», es decir, que se pusieran de acuerdo en el cómo del debate, Rodolfo Hernández le dio largas al asunto. Sin embargo, entre los colombianos el debate público tomó más velocidad en los medios de comunicación y entre la galería de detractores o de seguidores de su causa o la de Petro.
Condiciones de Hernández
La puerta de salida parecía cada día más esquiva, con el cronómetro corriendo en contra para Hernández. En esta espera, el jueves por la mañana Hernández sacó una lista de condiciones para permitir que la televisión y los medios estatales se encargaran de la transmisión y se diera el encuentro. Fijó la sede en Bucaramanga, su ciudad, alegando riesgos a su seguridad si se desplazaba; determinó 20 puntos de debate; pidió que tres reconocidas periodistas hicieran las preguntas, dejando abierto el espacio para elegir conjuntamente a tres hombres periodistas que también se encargaran de la moderación del encuentro; entre los temas, pocos de corte programático y la mayoría inclinados a una confrontación sobre el desarrollo de la campaña sucia que ambas partes han protagonizado. Petro aceptó todos los condicionamientos, pero aclaró que el debate debería ser «sin condiciones a la prensa, que pregunten lo que quieran».
Lo que pasó después sigue siendo confuso, y una parte acusa a la contraria de que fue culpa del otro la no realización. El equipo de campaña de Petro, candidato del Pacto Histórico, acudió a las oficinas de la estatal RTVC para presentar la solicitud formal ante el Sistema de Medios Públicos. Pero a la cita no llegó Hernández ni ninguno de las directivas de la campaña del líder de la Liga Gobernantes Anticorrupción. Sin presentarla conjuntamente, no se podía concretar. Hernández alegó a su favor que «el otro candidato contestó la invitación que le hice mediante una carta pública afirmando que ‘yo no pongo condición para ese debate. Ninguna. Pongo en manos del sistema de medios públicos RTVC todos los detalles del debate (…) Nos vemos en Bucaramanga’». Y que, al no poner condición alguna, Petro «demostró que prefería desconocer el preciso mandato judicial», según un comunicado colgado en las redes sociales.
Entonces, ¿quién ganó este debate y qué peso tendrá su respuesta para los votantes indecisos, cruciales en esta elección? Hernández no solo se abstuvo del debate, sino que, durante esta semana, ha evitado las entrevistas, lo que para muchos estrategas significa evitar un posible resbalón poco antes de la votación. Petro, por su parte, hábil orador, ha aprovechado cada espacio para cuestionar a su contrincante y volver sobre sus propuestas con la esperanza de que la ausencia de este le dé mañana la presidencia.