Muere Jean-Louis Trintignant, una de las grandes leyendas del cine francés
∑ El actor tenía 91 años y se le recuerda por títulos como ‘Un hombre y una mujer’ o ‘Amor’
Marián Hoepfner Trintignant anunció a primera hora de la tarde de ayer la muerte de su esposo, Jean-Louis Trintignant, a los 91 años, «en paz consigo mismo» y rodeado de su familia, en su residencia última, en el departamento del Gard.
Actor, realizador, piloto de coches de carreras, Trintignant es uno de los grandes señores del cine y el teatro francés de las últimas décadas, intérprete de cerca de doscientas películas, dirigidas por una pléyade de grandes directores franceses y europeos: Costa-Gavras, Claude Lelouch, Éric Rohmer, Michael Haneke, Claude Chabrol, Bernardo Bertolucci, Ettore Scola, François Truffaut, Bertrand Blier, Sergio Corbucci, Robert Hossein, AlainRobbe-Grillet, Enki Bilal, Jacques Audiard o René Clément.
Nacido en una familia acomodada y respetada el 11 de diciembre de 1930 en Piolenc, en la Provenza francesa, Trintignant se educó en el rigor moral más estricto de su padre, resistente, industrial y notable de tendencia socialista reformista. Su madre, burguesa acomodada, sufrió el castigo de ser rapada, en público, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, por haber tenido una aventura amorosa con un soldado alemán, algo que tuvo consecuencias familiares muy duras.
Insensible a los estudios ‘tradicionales’, el joven Trintignant comenzó por descubrir la poesía y el teatro clásico francés –Racine, Molière...–, que pronto decidió su destino como actor y aspirante a director de teatro. Su carrera cambiaría definitivamente tras el estreno de ‘Y Dios creó la mujer’, la legendaria película de Roger Vadim, interpretada por Brigitte Bardot y Trintignant.
‘Un hombre y una mujer’
Las tentaciones teatrales siguieron siendo muy fuertes, especialmente como intérprete de Shakespeare. Hasta que el cine se impuso definitivamente en su carrera con una comedia sentimental, ‘Un hombre y una mujer’, de Claude Lelouch, donde compartía protagonismo con Anouk Aimée. Siguió un rosario considerable de películas de la más diversa categoría.
Con Yves Montand trabajó en ‘Z’, la cinta de Costa Gavras consagrada a la Grecia de los coroneles golpistas. Con Éric Rhomer trabajó en ‘Mi noche con Maud’, y fue el intérprete de ‘El conformista’, de Bernardo Bertolucci; y de ‘¡Vivement los domingos!’, de François Truffaut. También volvió a encontrarse con Lelouch en ‘Veinte años después’, secuela de ‘Un hombre y una mujer’.
Su trabajo, frenético, incansable, culminó con grandes premios y homenajes en los festivales de Cannes y Berlín
Siguieron dos o tres décadas de triunfos a paso de carga –culminada con ‘Amor’, de Haneke, sin olvidar el teatro y la poesía. Es leyenda su trabajo en el parisino Teatro del Odeón interpretando ‘Tres poetas libertarios (Boris Vian, Jacques Prévert y Robert Desnos’. Su trabajo, frenético, incansable, culminó con grandes premios y homenajes, en Cannes, en Berlín.
Esa carrera muy fuera de lo común estuvo acompañada de una vida sentimental muy rica. Matrimonio con Stéphane Audran, relaciones pasionales con Brigitte Bardot y Romy Schneider, para culminar con un nuevo matrimonio, rozando los setenta años, con Marianne Hoepfner.
Las tribulaciones y tragedias íntimas tuvieron una importancia capital y dramática en su vida. La pérdida de su hija Marie, asesinada a palos por su esposo, el cantante Bertrand Cantat, quizá inició un melancólico ocaso. Trintignant huyó al sur y el Mediodía, para vivir recogido, en familia, cultivando sus viñedos, alejado del mundanal ruido que fue el suyo durante una vida muy rica en prodigios artísticos.