Curry prolonga su leyenda y la dinastía de los Warriors
∑ Los de San Francisco ganan su cuarto anillo en ocho años tras vencer a los Celtics en las Finales de la NBA
No hubo trébol de cuatro hojas ni se apareció un leprechaun en el TD Garden. Los Golden State Warriors se proclamaron campeones de la NBA en la madrugada de ayer tras derrotar a domicilio a unos exhaustos Boston Celtics en el sexto partido de la eliminatoria (90-103), una victoria que corrobora el mal fario de los verdes, sin tocar la gloria desde 2008, y que permite a los de San Francisco extender su dinastía tras conquistar su cuarto título en los últimos ocho años. El séptimo de la franquicia en su historia, solo superados por los Lakers y los Celtics, ambos con 17 entorchados.
Son muchos los nombres que revolotean sobre la narrativa del campeonato conseguido por los californianos: Steve Kerr ha vuelto a demostrar por qué es uno de los grandes técnicos de nuestra era, impecable la gestión del que fuera compinche de Michael Jordan, cinco anillos como jugador y cuatro como entrenador. Klay Thompson y Draymond Green han sido fieles escuderos, aplacando las rebeliones de los Celtics con su prodigioso tiro y volcánica personalidad, respectivamente. Andrew Wiggins, de prestigiosa promesa a paria por su tóxico contrato en tiempo récord (140 millones repartidos en cinco años), ha conseguido renacer bajo el halo de estos Warriors. «¡Ahora me voy a España de vacaciones!», exclamó el alero, con el trofeo de campeón en una mano y una botella de champán en la otra. Incluso Juan Toscano, con poco protagonismo eso sí, le ha dado a México el primer anillo de su historia. Pero es sin duda Stephen Curry, autor de 34 puntos en el decisivo duelo, el hombre del momento.
Curry, líder indiscutible
El base, líder indiscutible del proyecto, ha coronado su grandiosa temporada e imprescindible carrera con su primer MVP de las Finales. En 2015 fue Andre Iguodala quien se llevó el reconocimiento y, en los títulos de 2017 y 2018, los votantes solo tuvieron ojos para Kevin Durant, verdugo sin discusión de los Cavaliers de LeBron James. No quedó más remedio en esta ocasión, votado por unanimidad el base de 34 años, que se fue por encima de los treinta puntos en tres ocasiones y sumó 43 puntos en el cuarto duelo, cuando los Celtics lideraban la serie por 2-1. En anecdótico queda su quinto partido de las series, donde se quedó por primera vez desde noviembre de 2018 sin anotar un triple.
«Es increíble lo que hemos hecho, sobre todo después de estos tres años», aseguró Curry en rueda de prensa. Se refirió el astro al tortuoso camino que han seguido los Warriors desde 2019. Esa temporada perdieron las finales contra los Raptors y dijeron adiós a Durant, seducido por los Brooklyn Nets. Thompson se rompió los ligamentos y luego el tendón de Aquiles, mientras que Curry se fracturó la muñeca. Debido a las circunstancias, en 2020 asumieron el deshonor de ser el peor equipo de la NBA, solo 15 victorias de 82 posibles. Hoy, por derecho propio, vuelven a ser campeones.