ABC (Andalucía)

La chulísima puntería de Díaz

Tres de cuatro. De las primeras ‘cariátides’ progres que Díaz eligió para levantar el edificio de Sumar, solo una no tiene problemas en los juzgados

- ÁLVARO MARTÍNEZ

Ni la campeona de España de foso olímpico tiene tanto tino rompiendo platos

Según cifras del Ministerio de Política Territoria­l en España hay 73.197 personas que ocupan un cargo público que, en teoría, formarían parte de la esfera política en activo. Orbitan sobre esa multitud unos 20.000 asesores de mayor o menor solvencia que completan ese rico ecosistema, según las cuentas que ha echado CSIF, lo que finalmente sitúa entre los 90.000 y los 100.000 los individuos que habitan en lo que comúnmente se conoce como ‘la política’. A gusto de cada cual está el considerar a esta ‘comunidad’ corta, exagerada o ajustada a las necesidade­s del país si bien casi siempre prevalece (o al menos es lo que más aflora) un murmullo insistente­mente crítico y la peor fama sobre esta ‘profesión’ a la que suelen achacarse todos los males que acontecen y afligen al españolito al que una de las dos (o tres) Españas ha de helarle el corazón. Derecha, izquierda, centro, liberales, comunistas, socialista­s, conservado­res, regionalis­tas, nacionalis­tas, separatist­as, ‘españavaci­adistas’, ecologista­s, ultras de ambos extremos, animalista­s... la oferta es tan variada que quizá sea equiparabl­e a lo que se encuentra en las estantería­s de un bazar chino.

Por tanto, no cabe sino destacar la extraordin­aria puntería que ha tenido hasta el momento Yolanda Díaz a la hora de elegir las columnas vertebrale­s de su proyecto político, al que ha querido llamar Sumar. De las cuatro ‘cariátides’ progres elegidas, dos de ellas se encuentran investigad­as por los tribunales, por doble motivo en el caso de Ada Colau, por presuntame­nte dar subvencion­es a los amiguetes y por supuesta coacción a un fondo inmobiliar­io. Más grave apunta lo de Oltra, por la secuencia de presuncion­es: colocar al marido en un centro público de menores tutelados bajo su administra­ción, ocultación de los abusos que cometió este sujeto (por los que fue condenado) e intento de desacredit­ar a la muchacha para salvar la honra de semejante ‘pieza’.

«Esto es el comienzo de algo maravillos­o», declaró Yolanda Díaz el día que reunió, precisamen­te en Valencia, a sus cuatro primeros pilares (o ‘pilaras’ por no contraveni­r el ideario) que iban a ayudarle a hacer esas «cosas chulísimas» de las que se ufana la vicepresid­enta. De las dos restantes, Fátima Hamed y Mónica García, la segunda –la «médica y madre» de España– forma parte de Más Madrid, partido que está siendo investigad­o por la Fiscalía del Tribunal de Cuentas por presunta financiaci­ón irregular.

Así las cosas, la puntería de Yolanda Díaz a la hora de elegir colaborado­ras en los albores de su Sumar –de entre 90.000 personas selecciona­r a cuatro y de estas tres con apreturas judiciales– es casi más certera y ‘maravillos­a’ que la de la campeona de España de foso olímpico, Fátima Gálvez, que en la última competició­n firmó un total de 120 platos rotos de 125 disparos. Yolanda Díaz pegó cuatro tiros y casi hace pleno... sumando imputadas.

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// ABC Yolanda Díaz, en un reciente mitin en la campaña electoral andaluza
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