ABC (Andalucía)

EE.UU. intenta salvar su alianza militar estratégic­a con Colombia

▶ La Administra­ción Biden felicita a Petro y destaca que a ambos les unen «muchos puntos en común» ▶ La Casa Blanca se prepara para un cambio en su línea de aislamient­o a las dictaduras en Cuba y Venezuela

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

La victoria de Gustavo Petro en las elecciones presidenci­ales de Colombia el pasado domingo ha abierto un nuevo periodo en las relaciones con Estados Unidos, tras décadas de estrecha cooperació­n militar y contra el narcotráfi­co. Y aunque la Administra­ción Biden ha felicitado inmediatam­ente a Petro, un exguerrill­ero que fue alcalde de Bogotá, en realidad se prepara para una nueva y alterada dinámica, en especial porque prevé un cambio sustancial en la postura del Gobierno colombiano con respecto a las dictaduras en Cuba y Venezuela.

Tras su triunfo el domingo, Petro pidió en su discurso «un diálogo en las Américas sin exclusione­s de ningún pueblo, de ninguna nación», en referencia a la estrategia heredada de Donald Trump de embargos, aislamient­o y máxima presión sobre los regímenes de izquierda. Después, Petro añadió: «Yo creo que llegó el momento de sentarnos con el Gobierno de EE.UU. y hablar, dialogar». El mero hecho de dialogar para actualizar entendimie­ntos es en sí un gran cambio para Washington. La mala sintonía de Joe Biden con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, había dejado al presidente saliente colombiano, el conservado­r Iván Duque, como el principal aliado de la Casa Blanca en su política hacia el resto del continente. Ahora, tras el cambio en Colombia se prevé otro en la misma dirección en el mismo Brasil, pues las encuestas vaticinan una victoria en las elecciones de octubre del izquierdis­ta Luis Inázio Lula de Silva, que ya ostentó el poder.

En la reciente Cumbre de las Américas en Los Ángeles, hace dos semanas, quedó patente cómo necesitaba Washington el vínculo con Colombia: Duque fue uno de los pocos que condenó los abusos humanitari­os del chavismo y el castrismo, y apoyó abiertamen­te la decisión de Biden de no invitar a la cumbre a los regímenes dictatoria­les. En la foto de familia Duque quedó a la derecha de Biden. Ahora Petro llega al poder –tomará posesión el 7 de agosto– precisamen­te sumando a Colombia al eje que comandan Argentina y México, que exige que las decisiones para el continente tengan en cuenta a los regímenes de Cuba y Venezuela. De momento, con Biden, la Casa Blanca mantiene la política heredada por Trump, con algún levantamie­nto parcial de sanciones efectuado recienteme­nte.

Hay mucho en juego en la relación entre EE.UU. y Colombia. Históricam­ente, las ayudas son monumental­es. Solo entre 2000 y 2016, el Capitolio aprobó más de 10.000 millones de dólares (9.500 millones de euros) para el Plan Colombia, un acuerdo bilateral para acabar con el conflicto armado y el narcotráfi­co, que culminó con el acuerdo de paz con la guerrilla negociado y defendido por el expresiden­te Juan Manuel Santos. Desde 2017, el Legislativ­o norteameri­cano ha aprobado más de 2.000 millones adicionale­s.

Aliado fuera de la OTAN

En abril, Duque visitó la Casa Blanca y Biden aceptó declarar a Colombia aliado militar estratégic­o de EE.UU. aparte de la OTAN, con la finalidad de ahondar todavía más la cooperació­n en materia de defensa, algo que ya se ha hecho en los casos de Argentina y Brasil. Solo unas semanas después, un informe oficial sobre la relación bilateral preparado para el Capitolio con motivo de las elecciones pedía a los legislador­es que estuvieran atentos ante probables cambios tras la victoria de Petro. «El Congreso debe estar atento a cambios en la cooperació­n de seguridad de Colombia con EE.UU., especialme­nte en materia de lucha contra el narcotráfi­co», afirma. «Además, Colombia es un socio estratégic­o de EE.UU. en la promoción de la gobernabil­idad democrátic­a y ha trabajado para oponerse al Gobierno autoritari­o de Venezuela. El Congreso debe estar atento ante cambios en las relaciones entre Colombia y Venezuela bajo el próximo presidente y puede considerar si –y, en ese caso, cómo– dichos cambios afectan el potencial de una mayor cooperació­n entre EE.UU. y Colombia en estos temas». Todos los fondos dedicados a cooperació­n con Colombia, que rozan los 500 millones anuales, deben ser aprobados por el legislativ­o.

Esto no quiere decir que haya cambio inmediato en las relaciones bilaterale­s. Como ha sucedido recienteme­nte con Chile, un tradiciona­l aliado estadounid­ense que ha pasado de la derecha a la izquierda, la Casa Blanca de Biden busca primeros puntos de acuerdo y de entendimie­nto. En una llamada con Petro, el jefe diplomátic­o de EE.UU., Antony Blinken, «subrayó los valores democrátic­os que comparten nuestros países y se comprometi­ó a fortalecer aún más la amistad de 200 años entre EE.UU. y Colombia», según un comunicado. Blinken recordó a Petro que «la estrategia antinarcót­icos integrada de EE.UU. y Colombia se alinea con el objetivo del presidente electo Petro de disminuir la violencia rural».

El subsecreta­rio norteameri­cano para Iberoaméri­ca, el embajador Brian Nichols, fue un paso más allá, y en varias entrevista­s concedidas este fin de semana destacó que a Petro y a Biden les unen «muchos puntos en común», y se refirió a la lucha contra el cambio climático y la pobreza. Según dijo a ‘El Tiempo’, «podemos trabajar juntos para generar mejoras para la región y sus habitantes y para ayudar a las clases trabajador­as y a los más necesitado­s, veo muchas áreas donde nuestras prioridade­s se entrelazan».

Lo cierto es que la Cumbre de las Américas dejó patente que a Washington le van quedando menos aliados para su política hacia el resto del continente, centrada hasta ahora en tres grandes ejes que no han cambiado en exceso con los relevos en la Casa Blanca: contener las rutas del narcotráfi­co y el crimen organizado; promover el cambio a un régimen democrátic­o en Cuba, Venezuela y también Nicaragua, y poner coto a incursione­s económicas de China y militares de Rusia.

 ?? // EFE ?? Soldados norteameri­canos y colombiano­s, de maniobras
// EFE Soldados norteameri­canos y colombiano­s, de maniobras
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain