Incendios todo el año: la lucha contra el fuego ya no se limita a tres meses en verano
Algunas comunidades amplían las campañas ante el cambio de la meteorología
Uno de los mayores incendios de este siglo ni siquiera ha esperado a que llegara el verano. El fuego que ha devorado la zamorana Sierra de la Culebra se ha cobrado más de 30.000 hectáreas, alimentado por una de las olas de calor más tempranas en España desde que hay registros, un mayo y junio muy secos y un dispositivo antiincendios que esperaba incorporar los refuerzos propios del verano el 1 de julio. Pero el periodo de riesgo extremo, a la par que avanza el cambio climático, ya no es una cuestión solo del verano, apuntan diferentes fuentes consultadas.
Los incendios de estos días, registrados también en Cataluña y Navarra, han puesto de relieve que la temporada de riesgo extremo de incendios se está expandiendo en España. El verano, en cuanto a meteorología se refiere, ha aumentado seis semanas desde los años 80, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología. «Ahora con el cambio climático estamos viendo que se ha ensanchado la época de riesgo de incendios», cuenta David Martín, gestor de proyectos de la Fundación Pau Costa de lucha contra las llamas.
Episodios extremos llegan en periodos inusuales, por lo que algunas comunidades empiezan a adaptarse, aunque habitualmente destinan los mayores recursos en la época estival. «Todo este planteamiento se tiene que repensar» en vista de las nuevas condiciones que hay, dice Martín. «El comportamiento que tienen los incendios va por delante de la capacidad que tenemos para planificar recursos», dice.
Disparidad de recursos
De hecho, los de la última semana no son los primeros grandes incendios forestales del año. Antes estuvo el incendio de Hermisende, en enero, que arrasó más de 2.300 hectáreas entre Zamora y Portugal; el de Lubián (Zamora) en febrero, que afectó a unas 500 hectáreas o el de Pujerra (Málaga) de principios de mes, de unas 3.500 hectáreas.
También un miembro de Atbrif, la Asociacion de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales, que prefiere no dar su nombre, asegura que «el dispositivo profesional antiincendios hay que tenerlo todo el año» y, si no es en extinción, que trabaje en prevención. «Los que creen que el riesgo va del 1 de julio al 30 de septiembre y se encasillan en ello da igual llueve o truene (...) no se ajustan a la realidad», explica. «Tenemos los incendios desestacionalizados. Tenemos incendios todo el año».
Ayer el sindicato CSIF reclamó al Ministerio para la Transición Ecológica una reunión urgente para que lidere una estrategia nacional de lucha contra incendios dada la «disparidad» de efectivos, enfoques y estrategias en función de las diversas administraciones autonómicas, tras calificar de «nefasta» la gestión en el diseño de operativos.
En Castilla y León, el incendio de la sierra de la Culebra ha llegado antes que el dispositivo de refuerzo para el verano, previsto para el 1 de julio, por lo que no estaban contratadas todas las cuadrillas y los medios aéreos no estaban en las bases, suscitando críticas de profesionales, oposición y sindicatos. A sus comentarios se ha unido el Colegio Profesional de Geografía en Castilla y León, que ha pedido un «cambio de modelo», que incluya el incremento de los efectivos y tenga en cuenta la despoblación y el cambio climático.
Un mes más de campaña
No obstante, en la mayoría de comunidades la campaña comienza antes: el 1 de junio en Andalucía y Castilla-La Mancha; el 15 de junio en Madrid, Navarra o la propia campaña del Gobierno, entre otros ejemplos. En Cataluña, otra de las comunidades que estos días ha sufrido más por los incendios, la campaña forestal se inició, como cada año, el 15 de junio. Paradójicamente ese día el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, destacó que en lo que llevábamos de año 285 fuegos forestales (sin contar con otros 2.748 de vegetación) habían quemado 607 hectáreas en Cataluña, la peor cifra desde 2012. El más grave fue en Rosas
(Gerona), que quemó casi 400 en febrero, una prueba evidente de que los problemas derivados del cambio climático y la difícil gestión forestal se suceden durante los doce meses del año.
Este 2022, por ejemplo, el invierno ha sido especialmente seco. «Las campañas forestales ya no son exclusivas del verano», explican desde el Govern. Fuentes de Bomberos de la Generalitat reconocen a ABC que la realidad les obliga a trabajar mucho más allá de los tres meses de verano y que la campaña como tal ya dura como mínimo un mes más que hace ocho o nueve años.
La Generalitat está empezando a trabajar para desvincular la prevención de incendios del verano. En los últimos años ha ido ampliando los contratos, tanto de número y horas de efectivos como de medios aéreos, que antes duraban solo tres meses. «La campaña se alarga hasta el 31 de diciembre. Nos tenemos que adaptar a los incendios que se dan ahora», dicen desde el cuerpo de bomberos.
También la Generalitat Valenciana ha prolongado los contratos temporales e incrementado el dispositivo de prevención, que ha comenzado este año el 1 de mayo y se prolongará hasta el 25 de octubre, informa Alberto Caparrós.