Kéké, una ‘kelly’ inmigrante en la Asamblea Nacional francesa
Nacida en Costa de Marfil, esta sindicalista se convertirá en diputada de LFI, partido de extrema izquierda: «Pondré mi voz al servicio de los franceses negros y pobres. Se van a enterar…»
Por vez primera en la historia política de Francia, una señora de la limpieza, negra, Rachel Kéké (48 años), entrará en la Asamblea Nacional (AN) como diputada del grupo parlamentario de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista).
Kéké nació en Abobo, cerca de Abiyán, capital económica de Costa de Marfil, en el seno de una familia muy modesta. Su madre era vendedora ambulante de ropa. Su padre, conductor de autobús. Su abuelo paterno luchó como soldado francés durante la Segunda Guerra Mundial.
La adolescencia y primera juventud de Kéké estuvo muy marcada por el nacimiento y consagración de una música de contestación suburbana, marfileña, el ‘zouglou’: una música con muchos flecos políticos radicales contra la situación de una juventud que se consideraba víctima de la corrupción local y los restos del colonialismo europeo. El primer esposo de Kéké fue un cantante y compositor de ‘zouglou’, Bobby Odet, que se hizo famoso con un disco legendario en su país y la periferia suburbana de París.
Ante la ausencia de perspectivas en su patria natal, Kéké decidió emigrar a Francia a los 26 años para instalarse en la periferia norte de París. Siguieron años de pobreza, cambios de domicilio y matrimonio feliz, seguido de ruptura. Años de vagabundeo social forzoso, empleos siempre precarios, para terminar encontrando un trabajo más o menos fijo: señora de la limpieza en una conocida cadena de hoteles.
Esa vida en la ‘banlieue’ más dura fue muy rica en experiencias y conflictos. Los choques y enfrentamientos entre bandas de inmigrantes subsaharianos e inmigrantes magrebíes tuvieron muchos flecos racistas. Kéké terminó disputándose con su gran amor, para embarcarse en la lucha sindical de urgencia y convertirse, finalmente, en figura emblemática de las mujeres de la limpieza negras.
Madre de cuatro hijos, nacionalizada francesa, Kéké ganó cierta celebridad el 2003, poniéndose al frente de un movimiento de protesta social de las señoras de la limpieza de la cadena de hoteles donde trabajaban. Lideró la huelga más larga de ‘kellys’ en una cadena hotelera francesa. El salario de Kéké pasó de 1.300 a 1.700 euros. Y su estatuto social comenzó a evolucionar. Pero ella siguió abanderando movimientos de protesta de las mujeres de la limpieza negras, denunciando agresiones racistas y sexuales. Terminó en el sindicato CGT (de origen comunista), cuya dirección le ofreció un liderazgo local.
Buscando caras nuevas, LFI le propuso convertirse en diputada, enfrentándose a Roxana Maracineanu, exministra de Deportes del último gobierno de Emmanuel Macron, hija de emigrantes rumanos. El domingo, Kéké la derrotó por 50,3% contra 49,70%, en la séptima circunscripción del departamento de Val-de-Marne, al oeste de París: «Mi entrada en la Asamblea Nacional será una fecha histórica: una negra, antigua señora de la limpieza, codeándose con los más ilustres políticos. Dicen que se nota mi acento africano. Mejor. Yo pondré mi voz al servicio de los franceses negros y pobres. Se van a enterar…».
Líder local En 2003 ganó fama al impulsar la huelga más larga de ‘kellys’ o limpiadoras en una cadena hotelera