Niños ‘malos’ y monjas inolvidables
‘LLENOS DE GRACIA’
Director: Roberto Bueso. Intérpretes: Carmen Machi, Paula Usero, Pablo Chiapella...
En su segundo largometraje, el director Roberto Bueso encuentra el modo de compaginar lo fácil, cazar clichés, con lo difícil, domesticarlos y acicalarlos. También encuentra el modo de que una película infantil, familiar, contenga todo ese vocabulario atroz, cruel y desvergonzado (¡qué zafia es la boca de los niños!) con el que gallea la chavalería sin que pierda su gracia y su verdad. La historia se sitúa a principio de los años noventa, en un orfanato, El Parral, al cuidado y atención de unas monjas, y en especial de la hermana Marina, recién llegada y con el carisma que le otorga la actriz que la interpreta, Carmen Machi, una mujer que ante una cámara puede ser lo que se le antoje al guionista o director, y si alguien conoce su límite que lo diga.
El argumento, aunque tiene su base en una historia real, está lleno de artificios y convencionalidad, aunque muy bien detonados por esa plenitud de gracia que dice el título y que tienen todos esos personajillos huérfanos, abandonados, hábiles y listos como ardillas. Y un detalle que se podría considerar conmovedor: la mirada de la película y de su director hacia las monjas (incluso al clero) es afectiva y constructiva, es decir, sin esa manita de aversión al personaje con la que el cine ‘correcto’ y arbitrario suele darse importancia. Hay un propósito de superación para esos niños encrespados y esas monjas también llenas de otra gracia (Paula Usero y su mirada celestial), hay fútbol, hay conflictos, hay planes aviesos y, en fin, una trama que no importa tanto como el fresco de niños ‘malos’ y monjas en la pared de la sociedad, porque es un homenaje a todos ellos.