Penas de cárcel por «enriquecer» a empresarios de la órbita del PSOE
Condenados dos ex altos cargos de la Junta en Invercaria, por su «total pasividad» en la gestión de las ayudas, y a dos socios de la compañía eólica Cedes
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos ex altos cargos de la Junta de Andalucía, Tomás Pérez-Sauquillo e Isabel de Haro Aramberri, por permitir con su «total pasividad» que se «enriquecieran» con fondos públicos los socios de la compañía Cedes Electria (Compañía Eléctrica para el Desarrollo Sostenible S.A.), controlada por empresarios que han estado vinculados al PSOE. Tanto Cedes como su filial CSI recibieron hasta 1,55 millones de euros para financiar la creación de una compañía de energía eólica, a través de Invercaria, la empresa pública de capital riesgo dedicada a facilitar financiación a la iniciativa privada.
En dicha pieza separada de la macrocausa de Invercaria, que analiza el desvío de los préstamos públicos concedidos irregularmente a la empresa Cedes Electria, han sido condenados a penas que van desde un año y medio a tres años cuatro de los acusados que se sentaron en el banquillo: dos ex altos cargos de la sociedad pública Invercaria y dos empresarios que recibieron las ayudas, Federico Mañero Ruiz y Enrique García Chelle. según la sentencia de 140 páginas notificada ayer a las partes y facilitada por el TSJA.
Tres millones de Soprea
Todos ellos deberán indemnizar de manera conjunta a Inverseed, la sociedad heredera de Invercaria, con 1.363.281 euros, por el «perjuicio total causado al erario público andaluz». Las ayudas se trocearon con el objetivo de eludir la preceptiva autorización del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. A estas ayudas hay que sumar otros 2,94 millones que le inyectó otra empresa autonómica propiedad de IDEA, Soprea, con cargo a los fondos europeos Jeremie destinados a pymes, que están siendo investigados por otro juzgado de Sevilla.
El tribunal que los ha juzgado atribuye un delito de prevaricación en con
curso medial con otro de malversación al entonces presidente de dicha sociedad pública, Tomás Pérez-Sauquillo, y la vocal de Invercaria Isabel De Haro, que ha sido secretaria de Desarrollo Industrial y Energético de la Consejería de Innovación al mando del socialista Francisco Vallejo. Ambos se enfrentan a penas de tres años de cárcel. El directivo de la Agencia IDEA Bienvenido Martínez ha salido absuelto después de que la Fiscalía y la acusación ejercida por el PP retiraran los cargos contra él.
Tanto Mañero, que fue secretario general de Juventudes Socialistas en la década de los 80 y es amigo del expresidente del Gobierno Felipe González, como su socio García Chelle, se enfrentan a un año y seis meses de prisión cada uno como inductores de un delito de malversación de fondos públicos. Se les aplica como atenuante la dilación indebida del proceso. El tribunal ha absuelto a ambos del delito de prevaricación por el que también estaban acusados.
El presidente de Cedes e ideólogo del proyecto fue el empresario José Luis Manzano Seco, que había colaborado como gurú del desarrollo sostenible en la Fundación Ideas del PSOE. Falleció en mayo de 2021, cuando estaba siendo investigado en esta causa. Manzano, había dejado la fábrica de placas solares Isofotón, que también había recibido ayudas autonómicas millonarias que están siendo investigadas por otro juzgado. El empresario había salido muy escamado de la empresa malagueña porque sus socios lo habían acusado de irregularidades contables. Quería iniciar otro proyecto «innovador y ambicioso» de nuevo con el respaldo financiero del Gobierno socialista.
Una reunión clave
Según declaró Mañero, Manzano le pidió que lo acompañara a una reunión en Sevilla con el consejero Vallejo e Isabel de Haro, que era conocida suya. De aquella reunión celebrada en 2008 «surgió el compromiso de financiar y acompañar económicamente el proyecto que llevaban y que consistía en síntesis en la creación de una compañía de energía eólica, aunque en ese momento se limitó a una presentación inicial en un Power Point». «No consta que Vallejo interviniera después en los hechos», añade.
La innovadora operación empresarial resultó muy lucrativa para algunos de sus directivos, pero «ningún beneficio obtuvo Invercaria del dinero publico concedido». El tribunal censura la inacción de los ex altos cargos autonómicos que sufragaron el proyecto. «Cedes, por decisión de su presidente José Luis Manzano, y la total pasividad de Isabel de Haro y Tomás Pérez Sauquillo, siempre ejerció su actividad a través de terceros y se sirvió de las compañías de sus socios, de tal manera que enriqueció a estos con una fuerte contratación con entidades vinculadas», relatan los magistrados.
Cedes «gastó» y transfirió en total
La Junta se comprometió a apoyar a la empresa eólica después de reunirse con Manzano, gurú de las energías verdes del PSOE
Parte del dinero se dedicó a pagar gastos de trabajos, sueldos, viajes y comidas de otras empresas de los socios de Cedes
6,52 millones de euros a entidades vinculadas a sus socios. Quien más dinero recibió fue Manzano Seco, a cuya sociedad Anitec fueron a parar 1,91 millones de euros. En el caso del acusado Federico Mañero y Enrique García Chelle, las cantidades percibidas fueron menores: 259.000 y 274.839 euros, respectivamente.
Mañero recibió transferencias a través de su sociedad Comunicación Gestión de Entornos S.A. y Vasco América de Inversiones. Dichos gastos se justificaron mediante «la refacturación de trabajos para la sociedad», así como «viajes, comidas, gastos de minibar o análisis periodísticos», detalla la resolución. En el caso de García Chelle, el dinero acabó en cuentas de sus sociedades Landarama S.L., Openmatelec (que compró acciones de Cedes), Ideas y Bandeja S.L.
El tribunal destaca que el expediente de Cedes Electria en Invercaria «carecía de documentación alguna», mientras que «el plan de negocios aportado por el promotor fue incorporado» después de recibir la inversión pública. En realidad, Cedes no era «más que un mero intermediario e instrumento», de tal manera que los fondos públicos invertidos en la misma terminaron en el entramado societario montado por los empresarios acusados, «al margen de las remuneraciones directas percibidas por los mismos». José Luis Manzano Seco reconoció ante la Policía que «unos 110.000 euros anuales como presidente» de la compañía.