El Barcelona cierra con la liga una temporada casi perfecta
Pasase lo que pasase en el Palacio de los Deportes de Son Moix el segundo partido de la final de la liga española de fútbol sala iba a acabar en hazaña deportiva. La de Palma Futsal, forzando la posibilidad de ganar el primer campeonato de su historia en el tercer partido ante el todopoderoso Barça, o bien la del equipo catalán, levantando su cuarto título en una temporada casi perfecta.
Finalmente fueron los azulgranas los que impidieron el sueño de los insulares y añadieron la liga al palmarés de este curso, ornado ya con una Supercopa de España, una Copa de España y una Champions. Solo la Copa del Rey les fue esquiva. El Barça revalidó el título que ya conquistó el año pasado ante el Levante, otro aspirante a discutir el poderío de los tres grandes, y lo hizo de forma brillante, mejorando notablemente las sensaciones respecto al pasado ejercicio. La llegada en verano de Jesús Velasco al banquillo y de Carlos Ortiz como la extensión del técnico en la pista, terminó por dar a la excelsa plantilla catalana el salto de calidad definitivo para convertirse en el equipo a batir tanto en España como en Europa. En el lado amargo de la proeza quedó esta vez el Palma Futsal, que volvió a rozar el primer gran título de su historia pero, como ya le pasó en la Supercopa de España, se quedó con la miel en los labios por culpa del Barça. Al menos le quedará el consuelo de jugar por primera vez la Champions el próximo curso.
En el inicio del partido se notó que por primera vez había algo definitivo en juego. En diez minutos hubo brega y tensión, cargándose ambos equipos de faltas, pero apenas ocasiones. No fue hasta el ecuador del primer acto que se rompieron las hostilidades y comenzó un constante intercambio de golpes. Por dos veces se adelantaron los locales, gracias a Higor y Nunes, pero a cada gol respondió Sergio Lozano. Tras el descanso, al que se llegó con el marcador igualado, se mantuvo la batalla por cada metro, pero también las llegadas de uno y otro. Momentos de protagonismo de los porteros, estelares tanto Didac como Fabio. Solo Pito, tras un mal rechace, y Dyego al final y a puerta vacía, pudieron desequilibrar el marcador y decidir el partido (2-4) y la liga, sexta en la historia del Barcelona.