Baja el cobre
El precio del cobre ha caído por debajo de 8.000 dólares la tonelada por primera vez en los últimos dieciocho meses. En porcentaje supone una caída superior al 40%. Pero más allá de lo que supone; en lo que respecta a la inflación y la evolución de los cuellos de botella que están en el arranque de todo en esta última pata del ciclo, creo que resulta interesante destacar los relatos que acompañan la evolución de los precios en el mercado.
La justificación que, en concreto, se está dando de la caída del precio del cobre son los miedos a la recesión. Y es verdad que está materia prima como se usa en muchas de las cosas del día a día, tradicionalmente.la evolución de su precio ha sido un buen termómetro para la economía.
Sin embargo, cuando subía, la razón detrás de esa subida no era tanto por la fuerte recuperación económica sino debido a los problemas de suministro por los cuellos de botella, que se habían producido porque la demanda había ido claramente por delante de la demanda en la recuperación. Y el énfasis no era tanto la recuperación, sino en los riesgos derivados de los problemas en las cadenas de suministros.
Ahora, sin embargo, que cae el precio lo que destacamos o por lo menos algunos destacan es precisamente los problemas que puede estar anticipando esta caída de los precios y, sin embargo, se pasa completamente por alto las lógicas y positivas consecuencias que esta corrección de los precios del cobre y el resto de materias primas va a, sin duda, tener en lo que hoy es el principal problema y nudo gordiano del quilombo económico en el que estamos inmersos: la inflación.
No es fácil establecer relaciones unívocas de causalidad en economía. Como los infartos, el repunte de los precios o las recesiones son consecuencia de muchas cosas. La forma en la que contamos todo lo que toca con la economía tiene que ver mucho más con la superioridad moral del pesimista en esta asignatura en concreto. Vende más.
Ya que con independencia de que el precio del cobre caiga porque haya o se espere una menor demanda –economía básica–, la realidad es que los menores precios de todas las materias primas es lo que va a provocar que se reconduzca la inflación y que los bancos centrales puedan atemperar su respuesta que es lo que ha provocado los miedos sobre el crecimiento.
Por lo que no solo se preocupen por la caída del precio del cobre, depende mucho de cómo se lo cuenten.