Donde nace el Duero
► La reserva de la sierra de Urbión ofrece un paisaje boscoso y diverso
Un total de 114.955 hectáreas ocupa la Reserva Regional de Caza de Urbión. Situada en la zona norte de la provincia de Soria, limita con Burgos y La Rioja. La sierra de Urbión es la cabecera de la cuenca del Duero, se encuentra en el Sistema Ibérico y es la que separa las provincias de Burgos, Soria y La Rioja, además de dividir las cuencas del Ebro y Duero. La reserva se encuentra en las faldas meridionales del sistema, formando tres zonas naturales: Pinares del Noroeste; Valle del Tera y Yanguas. Tiene picos superiores a los 2.200 metros, como el de Urbión o la aguja del Zorraquín, y entre ambos la cadena de las lagunas Negra, Helada y Larga. El Pico de la Mesa, con 2.168 m, está en la confluencia de las sierras de Cameros y de Cebollera. También están el Puerto de Piqueras y Santa Inés, Montes Claros y de Alba dando vida a la cuenca del río Ebro. El Duero nace en Duruelo de la Sierra.
Hay valles preciosos, como los del Razón y del Revinuesa. Pantano de la Cuerda del Pozo y Laguna de Cebollera. Y enormes masas forestales donde existe una enorme variedad de flora y fauna. Los bosques que nos encontramos son principalmente de pino albar y negral, que comparten algunas laderas con robledales, hayedos, acebos, abedules, zarzales, enebros, sabinas, piornales, tejos. El régimen de lluvias elevado y un ambiente fresco ha facilitado el desarrollo del pino silvestre (’Pinus sylvestris’) que cubre casi por completo los valles del Revinuesa y Duero. Estos pinares forman parte de la mayor extensión boscosa de la Península Ibérica, con un paisaje que recuerda a los bosques boreales de Siberia. Los matorrales de brezo, estepa y retama son abundantes, así como los almohadillados de piornales y enebros rastreros en las cumbres. Dehesas, pastizales y prados ocupan las escasas zonas llanas de los valles.
En cuanto a la fauna, dada su extensión y variedad orográfica, climática y botánica, hay diversos hábitats típicos de distintas especies. La caza del corzo nos ofrece la posibilidad de descubrir bellos parajes como La Cebollera, Piqueras, Diustes, La Vega y Lería; otro tanto ocurre con la caza del ciervo, que en la época de celo se nos mostrará en todo su esplendor en los cuarteles 1, 2, 3 y 4 de la reserva, sin olvidarnos del imprevisible jabalí, que nos hará recorrer los bosques buscando las mejores batidas. En caza menor encontramos perdiz roja, paloma torcaz, tórtola común, codorniz y aves acuáticas. La paloma se caza en pasos tradicionales y la perdiz roja solo en determinadas circunstancias por cazadores locales.