La OTAN firma el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia
►Algunos países procederán esta misma semana a la ratificación del ingreso de los dos nuevos miembros ►La ministra sueca de Exteriores promete en Bruselas que cumplirá los compromisos con el presidente turco
Los ministros de Asuntos Exteriores de Suecia y Finlandia firmaron ayer en Bruselas el protocolo por el que los dos países se adhieren al Tratado de Washington como nuevos miembros de la Alianza Atlántica. Pekka Haavisto, el ministro finlandés, lo describió así: «Hay tres puertas para alcanzar la plena integración y ya se han pasado dos», y a una velocidad inaudita. La semana pasada en Madrid, los países miembros de la OTAN invitaron a Finlandia y Suecia a unirse. El lunes, las delegaciones de los dos candidatos y de la organización mantuvieron negociaciones de dos horas (se habían reservado cuatro, pero no hicieron falta dada la proximidad de los dos países con la Alianza), y ayer mismo todos los embajadores de los países miembros firmaron los protocolos de adhesión de los dos países en la sede de la OTAN en Bruselas.
Nunca en la historia de la OTAN se había visto un proceso tan fulgurante para asociar a un nuevo miembro a la Alianza. Pero queda esa tercera puerta que es la ratificación de todos y cada uno de los 30 países miembros, incluyendo naturalmente a Turquía, que ha puesto condiciones específicas y particulares para ello y que podrían complicar en el último momento la ampliación más importante a la que podría aspirar en estos momentos la alianza militar euroatlántica.
Honrar el compromiso
De hecho, este lunes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, le había confesado a Haavisto que pensó que «nunca vería el día en que Finlandia y Suecia se unirían a la OTAN». Ayer calificó la ocasión como «un buen día para Suecia y Finlandia, y un buen día para la OTAN».
Como miembros ‘observadores’, Finlandia y Suecia ya participarán a partir de ahora en todas las reuniones y grupos de trabajo de la OTAN, aunque no tendrán derecho a voto hasta que se haya completado formalmente todo el proceso de ratificaciones. Habitualmente este trámite puede alargarse durante más de doce meses, aunque en este caso se espera que haya sido completado antes de fin de año. Como ha comentado el ministro finlandés, «ya no hay marcha atrás». Estonia ha anunciado que someterá al voto parlamentario la ratificación esta misma semana y Alemania está intentando incluirlo en la agenda de la que viene. Sin embargo, Turquía mantiene su exigencia de que los dos países cumplan las condiciones que les ha impuesto su máximo dirigente, Recep Tayip Erdogan, y que incluyen facilitar la extradición desde Suecia de unos setenta ciudadanos turcos, la mayoría kurdos, considerados terroristas por el gobierno de Ankara, y que los dos países levanten el embargo de armas adoptado contra Turquía en 2019 por su intervención militar en Siria. La ministra sueca Ann Linde dijo que en Madrid «se firmó un memorando de entendimiento entre Suecia, Finlandia y Turquía. Y vamos a honrar ese compromi
so». Turquía también ha recibido otras concesiones por parte de Washington en materia de armamento que probablemente no le permitirían boicotear la histórica ampliación de la OTAN.
¿Qué sucedería si en este momento Finlandia o Suecia fuera atacadas? La pregunta no tiene una respuesta clara puesto que nunca antes se había dado esta situación. En todo caso, los dos países tienen ya el compromiso bilateral de que serían defendidos, entre otros, por Estados Unidos, y la organización podría tomar la decisión política de aplicar el artículo 5 aunque no se haya completado la ratificación.