El PSOE pide a González que «se lea» la Ley de Memoria antes de criticarla
▶ Zapatero defiende la reforma y asegura que no pone en cuestión la Transición
Felipe González dejó el martes una pequeña brecha retórica en sus críticas a la Ley de Memoria Democrática que ultima el Gobierno con sus socios, y el PSOE no dudó ayer en aprovecharla para darle réplica. El ex presidente del Gobierno confesó que no había leído el proyecto completo pero que de lo que veía, «sonarme, no me suena bien». Primero le contestó la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien en una entrevista en Radio Nacional aseguró que el que fuera secretario general del PSOE se pronunciaría con más «rigor» en cuanto examinase el texto de la reforma. Y luego lo hizo, en su rueda de prensa semanal, el portavoz del Grupo Socialista, Héctor Gómez, quien le pidió que «se lea» la ley antes de criticarla o incluso, dijo, de «dar continuidad al ruido» sobre la misma. Una recomendación que extendió también al ex vicepresidente socialista Alfonso Guerra, quien arremetió igualmente contra la norma, como también lo hicieron el ex ministro del Interior con el PSOE, José Luis Corcuera, el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, o el antiguo líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros.
El proyecto de ley, al que el pleno del Congreso dará luz verde casi con toda seguridad la semana que viene, extiende hasta diciembre de 1983, cuando González llevaba ya un año en La Moncloa, la existencia de «víctimas» del franquismo. Se trata de una de las reivindicaciones de Bildu, la coalición que integra al antiguo brazo político de ETA, que incluye así entre esas ‘víctimas’ de la dictadura a algunas de los GAL, singularmente Lasa y Zabala, torturados por agentes de la guerra sucia contra los terroristas.
En una fugaz declaración antes de asistir ayer a un curso de verano en Madrid, González volvió a decir que aún no conocía el proyecto a fondo pero que «mucho me temo que las memorias se conviertan en desmemoria». Un punto de vista totalmente distinto al del otro expresidente socialista de la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero, quien casi a la misma hora, en otro foro universitario, defendió la nueva Ley de Memoria Democrática, que actualiza la de Memoria Histórica aprobada durante su mandato. Para Zapatero, no es verdad que la reforma cuestione la Transición, un periodo que no dudó en reivindicar, cuando lo que hace, a su juicio, es «perfeccionar la democracia». «La democracia es memoria, igual que los países son historia» concluyó.
«Requisitos en reparación»
Por otra parte, el portavoz parlamentario de los socialistas, Héctor Gómez, aseguró que la norma cumple con los «requisitos» que sobre la materia se marcó el Ejecutivo de coalición al inicio de su andadura, con la investidura de Pedro Sánchez en enero de 2020. Sobre todo, precisó, en «materia de reparación» de las víctimas de la dictadura y también en «materia educativa». Si bien admitió que para sacarla adelante existe, «evidentemente», un «espacio de diálogo» con otros grupos de la Cámara Baja.
Pero no solo fueron exdirigentes socialistas los que terciaron en el debate abierto. El diputado en las Cortes de Aragón y alcalde de Alcañiz (Teruel), Ignacio Urquizu, defendió a Felipe González a través de las redes sociales ante los ataques al histórico dirigente del PSOE por parte del líder de Sortu, Arnaldo Otegi, quien vinculó sus opiniones sobre la Ley de Memoria al caso GAL. Citando al difunto líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, Urquizu pidió a «los demócratas» ganar «la batalla del relato respecto a lo que significó el terrorismo». Y precisamente por ello, sintetizó, «Otegi no puede dar lecciones de memoria democrática. ETA mató en democracia a demócratas. Que nunca se olvide».
González insiste en sus críticas al proyecto y muestra su temor a que «las memorias se conviertan en desmemorias»
Otegi arremete contra el expresidente del Gobierno y vincula sus opiniones con el caso GAL