Nadie sabe usar el programa fallido para controlar los fondos europeos
El Ejecutivo no da la formación suficiente a las autonomías para utilizar la aplicación Coffee La herramienta en la que las regiones deben de cargar sus cifras de ejecución no funciona ni saben cuándo lo hará
Los fondos europeos son un reto mayúsculo para la economía española y para el Gobierno. Una oportunidad para, en teoría, recuperar y transformar el país tras los estragos provocados por la pandemia... pero su puesta en marcha no se está produciendo como se esperaba. Los problemas de ejecución son de sobra conocidos, y a todo ello se suma una aplicación informática que no arranca y que, prácticamente, nadie sabe utilizar lo que, a su vez, está dilatando el traslado de información a Bruselas.
Como ya informó ABC, Coffee es la herramienta que el Ejecutivo planeaba poner a disposición de las comunidades autónomas y ayuntamientos para que estos volcaran sus cifras de ejecución de los fondos que han llegado de Europa. El Gobierno sí que tiene los datos de lo que hace la Administración General del Estado con el dinero comunitario, pero en el plan de recuperación intervienen también, y no forma menor, las autonomías.
Según las estadísticas de La Moncloa, se han transferido a las comunidades autónomas un total de 15.581 millones de euros entre 2021 y 2022. Una vez los recursos salen de la órbita del Estado para pasar a las autonomías, apagón de cifras. Y no por culpa de las regiones sino del Ejecutivo, porque no tienen la posibilidad de transmitir los datos de ejecución como les exigieron en un primer momento.
La aplicación Coffee estaba diseñada para centralizar todas las cifras de ejecución de los fondos europeos. Pasan los meses y nada se sabe de este programa. La herramienta, como confirma el propio Ejecutivo, no está en funcionamiento; se encuentra «en fase de desarrollo» con lo que las autonomías –y los ayuntamientos– no pueden utilizarla.
Para más inri, el problema que arrastra el Gobierno con esta aplicación va mucho más allá. Aunque Coffee estuviera ya operativa, las autonomías no podrían tampoco utilizarla. ¿La razón? No se ha dado formación suficiente para aprender a usarla.
La herramienta todavía se está desarrollando pero sí que hay aspectos de la misma en los que se puede instruir a las autonomías y a los ayuntamientos; concretamente, a sus altos funcionarios, que son los encargados en cada territorio de volcar los datos de su región. Fuentes conocedoras destacan que el Gobierno lleva ya algunos meses impartiendo clases muy concretas a funcionarios autonómicos para que aprendan cómo se deben volcar los datos de ejecución.
El problema radica en que esa formación es más que insuficiente, ya que con ese aprendizaje todavía no serían capaces de utilizar la aplicación en su totalidad. Por un lado, porque hay funcionalidades que no están disponibles ya que siguen en fase de desarrollo; por otro lado, y más importante, porque la formación llega a un número muy reducido de personas.
El programa Coffee requiere de una formación muy específica para aprender su funcionamiento. Son los funcionarios los que reciben la misma pero las clases, que parten del Ministerio de Hacienda, que es el que desarrolla la aplicación, son muy limitadas y a cuentagotas. No están saliendo las convocatorias necesarias que las comunidades necesitan para que los funcionarios aprendan el funcionamiento. Por ejemplo, fuentes autonómicas señalan que si bien se requeriría para una sola región una formación para medio centenar de personas, en realidad el ministerio que dirige María Jesús Montero solo da esas clases a un puñado de personas que se cuentan con los dedos de las manos.
Esa situación está generando el malestar de las comunidades autónomas y también de los ayuntamientos. Y, además, de los propios altos funcionarios, que se ven a los pies de los caballos para cuando tengan que empezar a usar Coffee. De momento, todavía no hay calendario para la entrada en funcionamiento y, además, parece que el proceso va para largo. «Recientemente nos han comunicado una nueva oleada de formación que empezará durante el mes de septiembre, en este caso para gestores directos de la aplicación», explican a este diario fuentes de un gobierno au
Enfado de las autonomías, los ayuntamientos y los funcionarios por la dejadez del Gobierno en la formación que debe dar
tonómico, que se quejan de que la formación está siendo muy raquítica. Explican que «la idea que tiene Hacienda es formar a formadores, esto es, dar cursos a unos pocos para que esos enseñen al resto».
En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que el problema de fondo sigue siendo el mismo: la aplicación no funciona. «De poco sirve la formación si la herramienta que tienes que aprender a manejar no está disponible», puntualizan.
La realidad es que a nivel regional se maneja una ingente cantidad de datos de ejecución que requieren ser volcados. El Ejecutivo transfiere a las comunidades autónomas el dinero de los fondos europeos para que estas ejecuten sus proyectos, y a la vez las autonomías transfieren recursos económicos a los ayuntamientos para subproyectos. Se generan, por tanto, miles de proyectos a ejecutar cuya trazabilidad debe quedar grabada en Coffee.
Caos en Hacienda
Sin embargo, como publicó este periódico, ante la inoperancia de la herramienta oficial, los distintos ministerios han solicitado en las últimas semanas con urgencia que las autonomías les envíen mediante documentos de Excel, es decir, de forma manual, sus cifras de ejecución, lo que está provocando un caos en el proceso. Miles de proyectos se amontonan sobre la mesa de María Jesús Montero.