Srinivas Rao Vicepresidente global de EY GDS «De Málaga nos interesa realmente su capacidad lingüística»
El directivo de la consultora valora el ecosistema creado en Málaga, donde acaba de ampliar su centro
Cuando las bondades de Málaga lograron calar en las altas esferas de gigantes como Google y Vodafone se cerró cualquier resquicio de debate en torno al liderazgo tecnológico de la capital. Su reciente desembarco ha sido el premio a una carrera de fondo de las administraciones y también al trabajo en la sombra de otras firmas de base tecnológica más modestas que sembraron la semilla. Pero el efecto llamada de un tiempo a esta parte ha sido vertiginoso.
La última gran compañía que ha visto potencial de crecimiento en la capital ha sido la consultora multinacional EY (Ernest & Young), que esta semana ha convertido su sede en el Málaga TechPark -inaugurada en 2019en un centro global (GDS) desde el que dar servicio a 25 países. Con motivo de este salto internacional ha viajado hasta la sede el vicepresidente de EY GDS, Srinivas Rao, que atiende a ABC para abordar el salto cualitativo de este cuartel andaluz y los retos de la compañía en la captación de talento.
—¿Qué papel juega España dentro del proceso de expansión de la firma?
—Es un destino estratégico para fomentar la competitividad y captar talento. Nuestra voluntad es aumentar la plantilla y que podamos crecer hasta alcanzar los 2.000 empleados en tres años; de aquí a 2025. Aunque pasaremos ya de 500 a 1.000 antes que acabe el año.
—La sede de Málaga completa el triángulo con los otros GDS de Hungría y Polonia. ¿Es el cuartel general de la compañía en el sur de Europa?
—No hablaría de cuartel general. Llevamos con presencia en Polonia diez años y tenemos 3.000 empleados en la sede, por lo que parte con ventaja sobre Málaga y Budapest. Más que buscar una capital, lo que realmente nos interesa de Málaga son sus capacidades lingüísticas.
—¿A qué se refiere?
—A que aquí, además del español, se utiliza también el francés, el italiano, y hay presencia de muchos otros idiomas, mientras que el personal y la contratación en otros GDS de Europa, como el de Polonia, se centra en el mercado alemán.
—Sin embargo, el crecimiento en Málaga, con talento local y andaluz va a ser exponencial. ¿Eso no cambia el equilibrio?
—En algún momento lo hará, pero por la dinámica del idioma, no tanto en términos de cuál es el centro principal y cuál el secundario. Nuestra intención es crear una masa crítica basada en los idiomas y en la profesionalidad y capacidades técnicas; y que las tres juntas -Málaga, Budapest y Varsosvia- puedan hacer crecer conjuntamente a la compañía.
—¿Cuál es el principal reto del centro en esta nueva etapa y qué inversión ha supuesto?
—La única inversión material que hemos hecho es la adquisición de este centro que ya existía y, bote pronto, no
tengo cifras, pero lo cierto es que nuestro mayor capital se invierte en la formación, coaching y mentorías para poder mejorar las capacidades de nuestros empleados.
—¿Cuáles son?
—Invertimos sobre todo en personas con conocimientos técnicos, idiomas, pero también con destrezas blandas y que sepan interrelacionarse con otras personas. Ahí tenemos el foco y no nos hemos involucrado en esta aventura a medias. Estamos aquí realmente para ganar. Nuestra estrategia no se basa en estar por estar, sino que está siempre enfocada en alcanzar el éxito y para eso invertimos lo que consideramos necesario.
—La ventaja del idioma podría extenderse a otras ciudades españolas y andaluzas. ¿Qué peso ha tenido en esta expansión el «boom» tecnológico de la ciudad?
—Uno muy importante, porque también observamos el ecosistema que nos rodea y vemos muchas empresas de tecnología prominentes en Málaga. Eso es algo fundamental porque nos hace vernos compartiendo e invirtiendo en talento, fomentándolo. Particularmente en el terreno de la tecnología emergente.
—¿Ha sido clave el desembarco de gigantes como Google o Vodafone?
—Eso ha tenido un gran efecto positivo en nuestra decisión, porque las dos empresas son grandes clientes nuestros. Como lo son otras de base tecnológica asentadas también en Málaga. Lo relevante es que estamos trayendo el poder de nuestras relaciones globales a Málaga para poder asociarnos en el terreno y desarrollarnos a nivel local.
—Muchas empresas critican que la educación no ha abordado las profesiones del futuro y las habilidades que requieren las compañías. ¿Tiene EY problemas para acceder a ese talento digital en Málaga y Andalucía?
—De momento no hemos tenido problemas para poder localizar talento. Hemos encontrado lo que queremos. Pero somos conscientes de que, de cara al futuro, vamos a tener que invertir más en este ecosistema académico para intentar que salgan de él las personas que necesitamos. Además, tendremos que formar al personal que contratemos para poder mejorar sus capacidades. Tanto a los que salen de Formación Profesional como a los egresados de la universidad.