«No hay recursos para las baterías necesarias para el coche eléctrico» «Se necesitan los mismos recursos para fabricar la batería de un eléctrico que para 50 coches de hidrógeno»
► El directivo defiende el hidrógeno y los combustibles ECO para reducir el CO
Tom Fux está ligado a Toyota desde 1998. Desde 2021, como vicepresidente de Ventas en Europa, se encarga de la supervisión de ventas, marketing, cadena de valor y la experiencia del cliente para Toyota y Lexus. En este tiempo ha tenido que hacer frente a la crisis de la automoción, agravada ahora por la hiperinflación. El directivo explica a ABC cómo están afrontando estos retos desde la firma japonesa.
—Tras el Covid, la crisis de los semiconductores y la guerra de Ucrania, ¿cómo ha afectado a los planes de Toyota?
—La situación en Ucrania supone una crisis humanitaria que nos preocupa mucho. Tenemos muchos trabajadores ucranianos, y hemos ayudado ya a unas 1.500 familias. Por otra parte, la situación está afectando a todos los fabricantes. Además de estos factores la hiperinflación ha minado aún más la confianza de los consumidores. Estamos en una situación fuera de control en la que nada es predecible, pero si algo se le da bien a Toyota es capear crisis.
—¿Qué le parece el objetivo de la Unión Europea de prohibir la combustión en 2035?
—Lo que creemos en Toyota es que el motor de combustión no es el enemigo, el enemigo es el CO2. Tenemos que buscar tantos planteamientos como sean posibles para reducir y eliminar las emisiones. En Europa ya tenemos en Toyota un 90% de venta de vehículos electrificados, somos número 1 en reducción media de CO2. Pero hay que buscar todas las opciones disponibles: los híbridos, los híbridos enchufables, la pila de hidrógeno, los combustibles sintéticos, ya que no todo el mundo puede conducir ahora mismo un vehículo eléctrico, tanto en términos de infraestructura como de capacidad de carga. En algunos países como Noruega, donde la mayor parte de la electricidad es de fuentes renovables, es más fácil conducir un coche eléctrico. En Polonia, donde la mayoría de la producción viene de térmicas de carbón no tiene tanto sentido.
—¿La solución no es el coche eléctrico de batería?
—Realmente no hay recursos para fabricar todas las baterías que necesitaríamos para su uso generalizado. Y además el coste no bajaría porque cada vez resultan más caros. Por ejemplo, para ofrecer la autonomía que necesita un cliente medio un vehículo eléctrico necesita una batería de unos 70-90 kW de potencia. En cambio para el Toyota Mirai, que funciona con la pila de hidrógeno, basta con una batería de 1,2 kW de potencia. Es decir, podemos utilizar los mismos recursos para construir una batería de un vehículo eléctrico o entre 50 y 60 Mirai que van a tener la misma autonomía. Por eso creemos que hay que buscar la opción tecnológica más adecuada para cada caso.
—¿Será asequible en cuanto a precio y prestaciones el coche de batería?
—Centrarnos únicamente en los vehículos eléctricos de batería no nos va a ayudar en su conjunto a reducir el CO2. Para que sean asequibles necesitamos por una parte hacer nuestro trabajo, que los vehículos sean lo más asequibles posible. Por otra parte, que los proveedores de energía ofrezcan una infraestructura asequible para utilizar esos vehículos. Y en tercer lugar que las administraciones públicas faciliten las condiciones en forma de incentivos e infraestructuras de recarga.