Cuenca, con el viento a favor un año después del ‘regalo’ de la Alcaldía
► El PP, con el reto de olvidar la crisis con Cs y encontrar un candidato
Granada firmó hace ahora un año el final de una de las peores crisis de gobernabilidad que se recuerdan en la capital. De forma casi surrealista, durante casi dos meses el bipartito entre Ciudadanos y PP implosionó. Con Luis Salvador, líder del partido naranja, como alcalde, los populares quisieron recuperar la alcaldía. Fracasaron. Y de qué manera. Entre medias, con un bochorno nacional, con renuncias en bloque de la práctica totalidad del gobierno municipal y Salvador rigiendo el consistorio con apenas un concejal y él mismo durante semanas, el PSOE se llevó el bastón de mando. Previa ayuda de los votos del exalcalde y el concejal que se quedó a su lado. A cambio, luego, recibieron sendos cargos con el socialista Paco Cuenca, eso sí, ya al frente de la alcaldía.
Aquel 7 de julio, la pérdida del poder en Granada, plaza simbólica para la derecha en los últimos 20 años, dejó a los populares noqueados y significó el principio del fin para Ciudadanos en Andalucía. Pero, sobre todo, abrió una ventana de oportunidad a Cuenca, que volvía a coger el poder inesperadamente y sin apenas desgaste alguno. El escenario además, durante todo este primer año de mandato, le ha sido propicio.
Pasado el trago de las acusaciones de transfuguismo, lo peor de la pandemia y a las puertas de cierta recuperación económica, los fondos europeos dan oxígeno a los presupuestos acordados en el consistorio esta misma semana.
La mayor dificultad, de hecho, está en cómo hacer oposición. El PP está en jaque. El giro de Salvador, ahora con una concejalía que incluso desde Unidas Podemos tacharon de «chiringuito», les dejó en una posición débil tras gobernar los dos primeros años, sin recoger lo sembrado. Quien corta cintas, hoy por hoy, es Cuenca.
Los populares acusan al gobierno municipal de subir impuestos y de pactar con «la izquierda radical», pero lo cierto es que al PSOE se le han puesto desde hace un año las cosas muy de cara. Con mayoría suficiente en el pleno para aprobar políticas sin impedimentos, lo que venden los socialistas atendiendo a la cita con las urnas en las próximas municipales es, al fin, «tranquilidad y consenso». Ataviados con otros proyectos en la línea de la propia Junta de Andalucía, como la apuesta por la atracción de empresas tecnológicas. Queda por ver quién será el candidato del PP para entonces, que tendrá, seguro, y a pesar del buen resultado en las autonómicas, un enorme reto por delante.
En 2021 el grupo de Gobierno PP-CS saltó por los aires y Salvador entregó la Alcaldía, hoy sigue en una concejalía