El infierno vuelve a Portugal, que activa el estado de contingencia por los incendios
▶ España, en riesgo extremo ante una ola de calor que puede durar nueve días
El infierno de los incendios vuelve a Portugal catapultado por las altas temperaturas. Más de 5.000 hectáreas han quedado arrasadas en pocos días, y la situación ha dado un vuelco y ha pasado de ser grave a de extrema intensidad. El país ha decretado el estado de contingencia y ha acudido a Bruselas para activar el mecanismo comunitario de ayuda, fruto del cual es el envío de urgencia de dos aviones apagafuegos por parte de España.
Los fantasmas del año más letal en este sentido, que fue 2017, reviven y atemorizan a la opinión pública lusa, impresionada y que no olvida los 66 muertos de la tragedia de Pedrógao Grande. Aunque ayer por la tarde la situación dio un leve respiro, Protección Civil apenas abarcaba el escenario que se despliega por la Sierra de Sintra, Ourém y varias localidades del interior del Alentejo, que vieron cómo las llamas crecían e incluso las columnas de humo llegaban a ser visibles en varios puntos de Lisboa. Solo en Ourém las llamas han calcinado unas 2.600 hectáreas. También el norte está muy pendiente: la región de Trás-os-Montes vive conteniendo el aliento, tal es el miedo de los habitantes de Bragança o Viseu, no muy lejos de la frontera con España.
En total, durante el fin de semana llegaron a movilizarse unos 1.500 efectivos, con los bomberos duplicando turnos y advirtiendo de las peligrosas reactivaciones, que podrían desembocar en un nuevo Pedrógao Grande, según palabras de un comandante al frente de la lucha contra el fuego. Diversos monumentos de Sintra, la ciudad encantada que fascinó a Lord Byron, permanecen cerrados al público estos días por precaución, como el Palacio da Pena, la Quinta da Regaleira o el Castelo dos Mouros.
Lo peor es que las altas temperaturas, al igual que en España, van a continuar durante toda esta semana, por lo que la situación de alerta se extenderá, al menos, hasta el 15 de julio. En este contexto, no resulta extraño que el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro hayan cancelado sus viajes al extranjero.
En el caso del primero, tenía previsto ir a Nueva York, mientras que António Costa pospuso su visita a la excolonia de Mozambique.
Año aciago en España
También está siendo un año aciago para nuestro país en cuanto a incendios forestales. Los datos del programa europeo Copernicus contabilizan ya 84.577 hectáreas quemadas hasta el 9 de julio, en 262 incendios. Es una cifra excepcional, que equivale a todo el terreno que se quemó a lo largo del año pasado (84.827 hectáreas en 311 incidentes) y que multiplica por cuatro la superficie que, de media en los últimos 15 años, ha ardido a estas alturas del año.
Tras el incendio de Sierra de la Culebra (Zamora), que disparó las estadísticas al sumar en pocos días más de 24.000 hectáreas, España encara una ola de calor que puede ser excepcional por duración e intensidad y que deja en riesgo extremo o muy alto de incendio a la mayor parte del país.
Ayer, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, avisó de que la ola de calor será larga. La Aemet considera «bastante probable» que continúe hasta el fin de semana, lo que supondría que el episodio duraría al menos nueve días y podría estar entre los tres más largos registrados hasta el momento. La ola de calor también será muy intensa, especialmente a partir de hoy y al menos hasta el jueves, cuando podrán superarse los 44 grados.