LA ABSTENCIÓN DEL PP AYUDA A SÁNCHEZ CONTRA LA CRISIS
Para los agoreros y catastrofistas de la recesión, no es cierto que estemos en esa fase económica. Al menos, de momento. Pero sí hay una inflación galopante e incontenible. La previsión hecha ayer por la UE es un mazazo porque prevé concluir este año con una inflación del 8,1 por ciento en España, muy superior al 6 que acaba de calcular Pedro Sánchez. La diferencia es sustancial para los bolsillos, y efectivamente el pronóstico para lo que resta de año y 2023 entero empieza a ser mucho más duro de lo esperado. En este contexto, Sánchez obró ayer un nuevo milagro en el Congreso al ver aprobadas, otra vez más, todas las iniciativas que lleva a votación. No necesitaba al PP para convalidar el decreto anticrisis aprobado hace un mes por Moncloa, pero el PP se abstuvo y lo facilitó. En términos institucionales demuestra coherencia después de que, en efecto, Sánchez haya asumido como propias propuestas del PP como rebajar el IVA a los combustibles al 5 por ciento, o aumentar el presupuesto en Defensa, como exige la OTAN. Pero en términos políticos, Feijóo asume un riesgo: dar oxígeno a Sánchez puede atraer a votantes de un socialismo moderado, pero puede desencantar a una parte de sus propios votantes, reacios a salvar los muebles a Sánchez en cualquier circunstancia. Sánchez puso una trampa al Congreso: votar de golpe todo un batiburrillo de normas conjuntas para salir airoso y no sufrir una derrota hiriente tras un debate sobre el estado de la nación que le ha vuelto a retratar en su demagogia.