Admitida la séptima querella contra exjefes de ETA por su responsabilidad en atentados
▶ La última es por los 18 heridos que provocó en 2008 con un cochebomba junto a una comisaría de Ondárroa
Los que fueran máximos cabecillas de ETA tienen desde ayer un atentado más por el que deberán responder ante la Justicia: el cometido hace 14 años contra la comisaría de la Ertzainza en Ondárroa. La banda estalló un coche-bomba con 100 kilos de explosivos el 21 de septiembre de 2008 junto a la sede de la Policía vasca en esta localidad vizcaína, gobernada hoy por Bildu y con el PNV como única oposición. La Audiencia Nacional ha admitido a trámite la querella de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) contra cuatro exjefes de ETA cuando se produjo este atentado, que dejó 18 personas heridas, entre ellas 13 ertzainas, y numerosos daños materiales. Así lo ha decidido el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Alejandro Abascal, con un auto que se conoció ayer, aunque con fecha del pasado día 10.
El magistrado admite a trámite la querella para investigar la «presunta responsabilidad» de cuatro miembros del comité de dirección de ETA o ‘zuba’, por sus siglas en euskera. En este caso se trata de Garikoitz Aspiazu, alias ‘Txeroki’, Aitzol Iriondo (’Gurbitz’ o ‘Barbas’), Mikel Kabikoitz (‘Ata’) y Ainhoa Ozaeta (‘Kuraia’). Los tres últimos eran los responsables de los aparatos militar, logístico y de tesorería de ETA, respectivamente, mientras que el primero habría facilitado ese coche-bomba a los también etarras Ibon Iparraguirre y Asier Badiola tras ordenarles que atentaran contra objetivos de la Ertzainza. Ambos ya fueron condenados a casi 300 años de cárcel por la Audiencia Nacional en 2013 como autores materiales.
La querella de DyJ servirá para que también respondan por este atentado los jefes de ETA que pudieron ordenar, planificar o participar como máximos responsables de la banda y superiores jerárquicos de los dos condenados.
Abascal afirma en su auto que ETA actuaba «sobre la base de una jerarquía basada en un férrea disciplina», por lo que «no hay nada que esa cúpula no controle, impulse o dirija», incluidos los atentados como el de Ondárroa y otros. Y recuerda que la dirección de la banda era la que «decide, coordina, selecciona los objetivos, envía la información, entrega el material necesario para atentar, designa genéricamente el objetivo y ordena expresamente llevar a cabo el atentado». Añade que todo ello ha quedado acreditado por informes de la Guardia Civil, así como por sentencias en España y Francia o documentación intervenida a distintos etarras tras ser detenidos en ambos países.
Abascal incluye entre los cuatro investigados a Txeroki, pese a que el pasado 13 de mayo la Fiscalía solicitó y la Sala de lo Penal aceptó archivar de forma provisional la acusación contra él por este mismo atentado. El magistrado explica que la asociación que preside Daniel Portero aportó un mes después nuevos datos, como la sentencia de 2013 según la cual queda probado que ETA cometió otro atentado con idénticas características contra el Patronato Militar de Santoña (Cantabria) el mismo día que el de Ondárroa.
Esta es la séptima querella de DyJ admitida a trámite contra las cúpulas de ETA por su implicación jerárquica en otros tantos atentados de las últimas décadas. Concretamente, los de la T-4 de Barajas (Madrid) en 2006, Sangüesa (Navarra) en 2003, Santa Pola (Alicante) en 2002 y contra el magistrado José Francisco de Querol en la capital en 2000. También los de los populares Gregorio Ordóñez en 1995 y Miguel Ángel Blanco en 1997, por el que esta semana otro juez instructor de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha citado ya como imputados para el próximo jueves a otros dos exjefes de ETA, Mikel Albisu, alias ‘Mikel Antza’, y Soledad Iparraguirre, ‘Anboto’.
Por iniciativa de DyJ, la Audiencia Nacional investiga cada vez más a las cúpulas de la banda por los crímenes de los terroristas