La ola de calor sigue al menos hasta el lunes y la próxima semana será también sofocante
► Los modelos de predicción no dan una señal clara sobre el final del episodio
Nunca se había medido una temperatura tan alta en Soria y en Zamora. La segunda ola de calor del verano deja ya varios récords, como los 38,7 ºC y los 41,1º registrados respectivamente en estas dos ciudades. El bochorno, además, ha venido para quedarse. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) amplió ayer el aviso por la ola de calor, que se mantendrá «al menos» hasta el lunes de la próxima semana, aunque no es descartable que las temperaturas extremas se extiendan más días.
Ayer, los datos provisionales de la Aemet marcaron 45º en Candeleda (Ávila); 44,9º en Badajoz y 44,8º en Talavera de la Reina (Toledo). La noche fue, en muchos puntos, de horror. En Castuera (Badajoz), el momento más fresco de la madrugada fueron los 29,9 grados registrados a las 7.20 horas: a medianoche todavía seguían a 35,2.
Ayer fue la jornada más intensa del episodio, pero hoy las temperaturas extremas continúan. Las máximas serán ligeramente inferiores en la vertiente atlántica, la zona centro y la mitad sur peninsular, pero apenas habrá diferencia: hoy en Madrid se prevén máximas de 40º; en Cáceres, de 42º, y en Sevilla, de 43º. Además, las temperaturas aumentan en el Bajo Ebro, este de Cataluña y norte de la Comunidad Valenciana. En total, hay más de 34 millones de españoles en aviso por calor.
Todo apunta a que la semana que viene continuará el bochorno. La DANA que está bombeando aire africano a la Península se alejará el lunes, aliviando algo las temperaturas, especialmente en la mitad oeste. Sin embargo, España seguirá bajo una masa de aire caliente que mantendrá los termómetros muy elevados. Esta dorsal térmica «permanecerá hacia el este peninsular e incluso puede volver a instalarse de nuevo en gran parte de España. Por ello no está claro cuándo puede terminar esta situación», dice Ricardo Torrijo, meteorólogo facultativo en la Aemet, en declaraciones a SMC. Los modelos de predicción, asegura, extienden el episodio cada vez más tiempo.