Ingeniería financiera para inscribir fichajes
▶ El Barça aún podría reforzarse más, pero le urge dar salidas para equilibrar sus cuentas
Se ha convertido el Barcelona en el gran agitador del mercado a pesar de sus graves problemas financieros. Joan Laporta, consciente de que la única manera de regresar al grupo de favoritos, ganar títulos y generar ingresos es fichando y regenerando a un equipo agotado, ya lleva gastados 100 millones de euros, que se pueden elevar a 115 según las variables, en dos futbolistas (Lewandowski y Raphinha). Antes llegaron Kessie y Christensen con la carta de libertad bajo el brazo y renovó a Sergi Roberto y a Dembélé. El presidente logró la liquidez necesaria para acudir al mercado y poder competir con los grandes. Es el tercero que más lleva gastado, tras el City (108 en dos futbolistas, Haaland y Phillips) y el Leeds (105 en seis jugadores). Y aún trabaja en varias incorporaciones más. Reforzada de forma contundente la zona ofensiva, el objetivo ahora es apuntalar la defensa con dos nombres prioritarios para Xavi: Azpilicueta y Koundé. El lateral diestro podría llegar por una cifra cercana a los cinco millones pero el francés será mucho más costoso, ya que el Sevilla no piensa desprenderse de su defensor por menos de 60 millones de euros. El Barcelona valora abaratar la operación incluyendo a algún futbolista como Abde o Nico. Jugadores como Marcos Alonso, para preparar el relevo de Jordi Alba, o Bernardo Silva también están en la agenda culé pero su llegada dependerá de las salidas que se produzcan.
No ha escatimado en gastos el club catalán. No obstante, ahora surge una incógnita, cómo logrará inscribir el Barcelona a todas estas incorporaciones y jugadores renovados en LaLiga, inflexible con el fair play financiero en su afán de sanear todos los clubes profesionales de fútbol.
El Barcelona necesita combinar dos variables para generar ingresos y también liberar masa salarial con la que poder encajar a las nuevas piezas en el proyecto deportivo de Xavi Hernández. La primera variable, básica por varios motivos, es desprenderse de los futbolistas que no entran en los planes del entrenador. Primero para generar ingresos, segundo para dejar de pagar millonarios salarios y tercero para liberar fichas en el primer equipo. El Barcelona ha ingresado ya 25,5 millones con los traspasos de Coutinho al Aston Villa (20), Rey Manaj al Wattford (2,5) y las cesiones de Trincao al Sporting de Portugal (3) y Lenglet al Tottenham (no ha recibido importe pero se ha librado de un 85 por ciento de su ficha, que está en torno a los doce millones anuales).
Los siguientes en salir deberían ser Umtiti, Riqui Puig, Neto, Braithwaite y Mingueza. Ninguno cuenta para Xavi y tampoco se espera lograr un gran ingreso por ellos. El caballo de batalla del club es lograr que Frenkie de Jong acepte la oferta del Manchester United, que abonaría unos 85 millones por el neerlandés pero el futbolista no quiere marcharse a la Premier y menos a un club que no disputa la Champions League. Hasta el 31 de agosto hay tiempo para convencerle.
Venta de activos
La segunda variable que maneja el Barcelona para solventar sus problemas financieros es dar luz verde a las dos palancas que generarían ingresos a costa de vender activos. La operación que más avanzada está es la venta del 15 por ciento de los derechos televisivos al fondo de inversión Sixth Street (el mismo que en junio adquirió un paquete del 10 por ciento por 207,5 millones, lo que permitió cerrar el ejercicio sin pérdidas) por unos 330 millones de euros. Además, la actual directiva tiene la aprobación de los socios para vender también hasta el 49,9 por ciento de la empresa BLM, que comercializa todos los productos de merchandising del club catalán.