Yulimar extiende su abrumador dominio en el triple salto
Habituada a realizar hazañas increíbles, la victoria de Yulimar Rojas en la final del triple salto del Mundial de Oregón dejó un poco fría a la grada. Es injusto, claro, porque la venezolana ganó con un brinco de 15,47 metros, el sexto más largo de la historia. Una barbaridad que mejoró en 58 centímetros al mejor salto de la segunda clasificada, la jamaicana Shanieka Ricketts. Y aún así pareció poco. Así de mal tiene acostumbrado al personal la prodigiosa saltadora, que en Eugene celebró su tercer Mundial al aire libre consecutivo, engordando un palmarés que también cuenta con otros tres Mundiales bajo techo, el oro olímpico de Tokio y la plata de Río 2016. «Quería un salto más largo, pero estoy feliz de volver a este hermoso estadio, de ver a la multitud», reconoció Rojas. «Vendrán más campeonatos y espero seguir sumando títulos para mi país».
La venezolana logró su mejor salto en el segundo intento después de iniciar su concurso con 14,60. Luego, en el tercero se fue de nuevo por encima de los 15 metros (15,24) antes de realizar dos nulos en el cuarto y en el quinto. Como en otras ocasiones, parecía que Yulimar tenía guardada la traca final para el sexto intento, el salto de la gloria. Pero la venezolana ajustó mal y no cogió tabla. Aún así se fue a 15,39. «Estoy happy, tranquila y sin molestias. Ha sido una victoria completa, con trabajo, pasión y compromiso. Una victoria para mi gente, los que creen en mí, que nunca han bajado los brazos para ayudarme y que demuestra que se puede conseguir todo aquello que una se proponga».
El bronce recayó en la estadounidense Tori Franklin con un salto de 14,72, apenas dos centímetros más que el que dejó cuarta a la cubana Leyanis Pérez Hernández.