Felipe VI inaugura el AVE a Burgos que acorta el viaje al norte
El tren veloz reduce en 40 minutos el trayecto desde Madrid
Próximo tren, con destino Burgos-Rosa Manzano y parada en Valladolid-Campo Grande, va a efectuar su salida. A las once de la mañana, desde Chamartín, emprendía su viaje un ‘pato’ modelo 112. A bordo, el Rey Felipe VI, que inauguró el AVE que por primera vez voló desde la capital de España hacia la del Cid. Trece años de obras y siete de retraso hasta poder poner en servicio, con 759 millones de inversión, los 86,5 kilómetros de trazado, que parte desde el nudo ferroviario de Venta de Baños (Palencia) y que desde hoy permiten a los viajeros hacer el trayecto en cuarenta minutos menos que hasta ahora. Algo más de una hora y media para llegar de Madrid a Burgos, con parada únicamente en Valladolid. El mismo viaje que ayer realizó el Monarca en el viaje inaugural, acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, así como los máximos responsables de Adif, María Luisa Domínguez, y Renfe, Isaías Táboas, entre otras autoridades.
Doce viaductos para vadear varios ríos, dos túneles, el descubrimiento de la villa romana de Molino de Arriba... conforman el trazado de esta nueva línea de alta velocidad española, que sumará antes de que acabe el año más 4.000 kilómetros de tren con posibilidad de superar los 300 kilómetros por hora antes de que acabe el año surcando el mapa nacional.
Ayer, Felipe VI ‘voló’ en lo que supone un nuevo hito en las infraestructuras y un acercamiendo de la alta velocidad hacia el País Vasco, a través de la conocida como ‘Y vasca’, cuya redacción ya ha sido aprobada. A partir de hoy, el tiempo de viaje también se reduce entre Madrid y el País Vasco, gracias al cambiador de ancho en la estación de Burgos-Rosa Manzano en la que ayer se apeó el Rey, quien también se acercó a la salida para saludar a las decenas de personas que allí se congregaban.