De PSOE a PS
Sobre las dos almas del Partido Socialista, quien acertó fue Yolanda Díaz: «Este PSOE no tiene alma»
ES uno de los tópicos más conocidos de la política española que el Partido Socialista Obrero Español tiene dos almas: una racional, científica; la otra revolucionaria, romántica, que Julián Besteiro y Largo Caballero personificaron durante la última contienda civil. Pedro Sánchez ha simplificado esta compleja dicotomía como Alejandro Magno deshizo el nudo gordiano que le presentaban: de un tajo. Cortó lo de Obrero y lo de Español, dejándolo en PS, que, casualmente, corresponden a sus iniciales, PS.
Aunque estoy bromeando, es lo que ocurrió en el comité federal socialista celebrado ayer en la sede de la madrileña calle de Ferraz, anunciado a bombo y platillo como representación de la renovación del partido. Los únicos cambios fueron los registrados en la secretaría general, donde la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sustituye a Adriana Lastra; en la portavocía del Partido Socialista, que llevará Pilar Alegría, también titular de Educación, mientras que el exlendakari Patxi López será el nuevo portavoz parlamentario del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados. Se trata de una mezcla de jóvenes y de maduros que sólo confirma que el partido hoy es PS.
En cuanto a lo que Pedro Sánchez dijo en la presentación de su nuevo proyecto, no recuerdo tal cúmulo de topicazos, bodrios, trivialidades y más de una metedura de pata. Que España puede convertirse en «una gran potencia en energía verde, (¿porque no lo es ya?), o que rechaza «recortar el consumo de gas al tener España los mejores puertos para recibir el gas licuado» (este hombre aún no se ha enterado de que quien manda en Bruselas es Alemania, cuyo canciller, Olaf Scholz, socialdemócrata, advertía ayer mismo que «la decisión comunitaria es la correcta y debe de haber solidaridad»). O sea, ojo al Cristo, que es de plata. Busqué en vano entre los asistentes a la reunión de ayer en Ferraz, la flor y nata del socialismo sanchista, caras optimistas, pero sólo encontré preocupación, incluso entre los recién nombrados. Puede que pensaran ya en su salida, visto lo ocurrido con sus antecesores, y las salvas de aplausos tras cada uno de los latiguillos del orador tenían bastante de risa enlatada en una comedia en televisión.
Es entonces cuando uno empieza a pensar si este hombre se ha metido en un fregado que le desborda por todas partes. No puede contentarse a la izquierda y a la derecha al mismo tiempo, aparte de que sobre las dos almas del Partido Socialista quien acertó fue Yolanda Díaz, la segunda vicepresidenta del Ejecutivo: «Este PSOE no tiene alma». Se refería Díaz al PS.