Madrid dice que la prueba «devalúa» el sistema educativo y desprecia el esfuerzo
► Galicia y Castilla y León reclaman una prueba única para todo el territorio
Las reacciones a la nueva prueba de Selectividad propuesta por el Gobierno no se hicieron esperar. Lo hicieron representantes de la comunidad educativa, sindicatos y, como era de esperar también las comunidades autónomas.
La Comunidad de Madrid no tardó en reivindicar lo que tanto tiempo lleva pidiendo el PP: una prueba única para toda España. Así, el consejero de Educación y vicepresidente regional, Enrique Ossorio, dijo que el documento presentado por Educación «no resuelve el problema porque no avanza hacia una prueba única en toda España». «Los estudiantes madrileños compiten con los de otras regiones que tienen unas pruebas más fáciles y unos criterios de evaluación distintos», agregó el consejero en un comunicado. «Nos tememos que el texto que nos han dado a conocer va en la dirección de la devaluación del esfuerzo y de la calidad del sistema educativo», añadió Ossorio.
En la misma línea, el consejero de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades de la Xunta, Román Rodríguez, reclamó «un nuevo modelo de EBAU justo, uniforme y que garantice la igualdad de oportunidades». Agregó que la propuesta planteada por el ministerio no corrige el principal problema, la desigualdad entre el alumnado de las diferentes comunidades, y descarta una EBAU única o homogénea, consolidando la fragmentación. La necesidad de regular una prueba de acceso a la universidad única en todo el territorio nacional para «garantizar la igualdad de los alumnos», fue también la principal reivindicación de Rocío Lucas, consejera de Educación de Castilla y León.
El presidente del sindicato de profesores ANPE, Paco Venzala, también lamentó que se haya perdido la oportunidad de promover una prueba única en todo el Estado, lo que hace «imprescindible que exista una verdadera y certera coordinación entre las diferentes administraciones». «Unas pruebas con un diseño tan abierto, si no se coordinan previamente y de forma óptima los criterios de diseño, corrección, etc., podría generar aún más desigualdad entre territorios», añadió.
Pero no todo fueron críticas. La consejera de Educación de Asturias, Lydia Espina, apoyó la propuesta de la ministra Pilar Alegría por considerar que el enfoque de la nueva prueba «es absolutamente acertado». La titular autonómica de Educación valoró el proyecto, especialmente el hecho de que se plantee como un proceso gradual.
Por otra parte, Paco López Rupérez, expresidente el Consejo Escolar del Estado, y actual director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela denunció a este diario que «lo primero que se advierte en el documento oficial es una concepción espuria del concepto de competencia que es sustituido de rondón por uno de sus componentes, las habilidades, pero ignorando el primero y fundamental: los conocimientos».
«Engaño»
Luis Centeno, secretario general adjunto de la patronal Escuelas Católicas alertó de la «trampa» que supone este anuncio: «Se vende en la Lomloe que la nueva PAU será novedosa y aplicable en 2024, pero la que será de verdad nueva será la que se plantea para 2026». «Han engañado, una vez más, a la comunidad educativa, en la línea de devaluación de la calidad del sistema y de la exigencia de esfuerzo, como ha sucedido con la ‘ley Celaá’».
Por su parte, la Federación de Enseñanza de CC.OO. respaldó el objetivo de simplificar y reducir el número de pruebas en la nueva Selectividad. «En primer lugar, el objetivo de simplificar, de alguna manera, de reducir el número de pruebas y hacer más simple los exámenes de la nueva EBAU nos parece un objetivo razonable», dijo el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO., Francisco García.
Este periódico ha consultado a la Conferencia de Rectores (CRUE) para saber qué opinión tiene de la nueva prueba pero no tuvo respuesta. Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, tras una primera lectura del documento señaló que la propuesta «pospone la solución del problema y no garantiza la igualdad de oportunidades que pedimos».