Moreno vuelve de La Moncloa sin fondos pero con más peso político
∑Defiende a cuatro comunidades, dos socialistas, frente a la negativa de Sánchez del fondo transitorio ∑«Lo que queremos es que no haya privilegios para nadie», clave de la propuesta que defiende el presidente
El presidente andaluz, Juanma Moreno, no quería reunirse todavía con Pedro Sánchez tras revalidar su cargo al frente de la Junta de Andalucía. Su petición para este encuentro institucional fue para septiembre cuando ya hubiese conformado completamente su Gobierno y el nuevo Ejecutivo estuviera un poco «rodado». Pero la estrategia del presidente del Gobierno era otra: quería hacerlo coincidir con otros presidentes autonómicos del PP para rebajar la importancia de esta visita.
Y todo estaba preparado para ello. Pedro Sánchez recibió primero al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien nunca había pisado La Moncloa a pesar de que está en su segunda legislatura. El siguiente fue Alfonso Rueda, el nuevo presidente gallego que ha sustituído a Alberto Núñez Feijóo. Ambos fueron por la mañana y atendieron a los medios de comunicación antes de los informativos de mediodía, los que tienen más audiencia. Para Moreno reservó la tarde, las cinco de la tarde, como el final de un carrusel y con los periodistas que hacen información en La Moncloa con seis comparecencias en rueda de prensa a sus espaldas además una reunión interna de las habituales de trabajo en la casa.
Un detalle. En una de las dependencias laterales de la sala de prensa de La Moncloa donde comparecen los invitados había un caballete con las tres banderas autonómicas de las visitas de ese día ordenadas según el turno de las reuniones.
Pero Juanma Moreno llegó a La Moncloa con el respaldo de su mayoría absoluta, aunque en ningún momento se trató ese asunto en la reunión de una hora y cuarenta minutos que mantuvo con Pedro Sánchez. Y se puso al frente de las reivindicaciones no sólo de Andalucía —con un documento de 86 puntos— sino demandando un fondo de compensación transitorio para cuatro comunidades autónomas, dos de ellas socialistas. Juanma Moreno dedicó una buena parte de su tiempo con Pedro Sánchez a exponerle las bondades que supondría para él «hacerse una foto» con los cuatro presidentes autonómicos por el «módico precio» para el Estado de 1.731 millones de euros al año.
La clave de la propuesta de Juanma Moreno sobre este fondo es que no es sólo una iniciativa andaluza sino que está consensuada con las comunidades autónomas afectadas. De este total, Andalucía recibiría 824 millones de euros; Valencia, 648 millones; Murcia, 194; y Castilla La-Mancha, 65 millones de euros. Y que la demanda concreta se produce, además, a menos de un año de las elecciones autónomicas en tres de esos territorios. El último domingo de mayo de 2023 se enfrentarán a las urnas los socialistas Ximo Puig y Emiliano García-Page, además de Fernando López Miras, el presidente murciano del PP.
La base de la defensa de este fondo está en que todas las comunidades afectadas coinciden en que ahora hay un sistema de privilegios y el objetivo es acabar con ellos. «Lo que queremos es que no haya privilegios para nadie», fue la frase textual de Moreno.
En este contexto y a pesar de la hora, la expectación mediática sobre Juanma Moreno fue muy superior a la de sus homólogos presidentes. Porque Moreno no fue sólo la voz de cuatro comunidades autónomas que están mal financiadas con el actual modelo de reparto de los fondos estatales para financiar los servicios públicos, sino también la muestra de otro modelo diferente de gobernar al de Pedro Sánchez. El que propugna Feijóo que tiene en el presidente andaluz uno de sus puntales políticos.
Tal vez por ello, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, fue tan tajante en la rueda de prensa posterior a la reunión entre Sánchez y Moreno. Isabel Rodríguez, con buenas formas y una amplia sonrisa en todo momento, no dejó ni el beneficio de la duda a la propuesta del presidente andaluz aunque Sánchez se había comprometido a «tomar nota». Inmediatamente aseguró que las comunidades «no tienen problemas de financiación» a pesar de las reiteradas quejas también de los dirigentes territoriales socialistas. Rodríguez lo dejó claro, «la reforma de la financiación tiene que abordarse de manera integral y no parchearse».
Utilidad
«Nosotros vamos a seguir apretando» fue la respuesta de Juanma Moreno incluso antes de conocer oficialmente la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez. Porque una de las reflexiones que dejó el encuentro del jueves en La Moncloa fue una sobre este modelo de reuniones.
En julio de 2021, Juanma Moreno también acudió a un encuentro con el presidente Sánchez con una larga lista de 55 demandas. El jueves desveló que sólo siete están en trámite y que seis han sido parcialmente atendidas. Si estas reuniones se convierten sólo en un encuentro protocolario, tal vez deberían celebrarse en otro formato. Porque de la reunión del jueves no salió ningún calendario de trabajo entre los ministerios y las consejerías, ni ninguna comisión de seguimiento. La ministra portavoz dijo que el Gobierno «celebraba» el diálogo. Está por ver si, además, da frutos.
El Gobierno de Sánchez buscó reducir la relevancia de la visita de Moreno pero la expectación mediática fue máxima