El Museo Británico quiere templar el debate de los mármoles
▶ El subdirector de la institución, Jonathan Williams, propone crear una ‘Asociación del Partenón’ con Grecia
La agria disputa que enfrenta a Grecia y al Reino Unido a cuenta de los mármoles del Partenón parece que podría empezar a suavizarse, o al menos así lo dejó entrever el subdirector del Museo Británico, Jonathan Williams, en una entrevista con el ‘Sunday Times’ en la que abrió la puerta a una negociación con el Gobierno griego a través de un acuerdo de asociación. Según Williams, la institución que presiden quiere «cambiar la temperatura del debate» en torno a la devolución de las esculturas, que fueron sacadas del país a comienzos del 1800 por Lord Thomas Bruce Elgin, entonces el embajador británico ante el Imperio otomano. «Lo que estamos pidiendo es una ‘asociación del Partenón’ con nuestros amigos y colegas en Grecia», dijo Williams, quien añadió: «Creo firmemente que hay espacio para una conversación dinámica y positiva» entre las partes que permita «encontrar nuevas formas de trabajar juntos».
No obstante, el subdirector del museo defendió que las obras de arte que decoraron el Partenón durante siglos son una «parte absolutamente integral» de su colección, por lo que no habló abiertamente de ceder a la exigencia del gobierno heleno de que sean devueltas a su lugar de origen. «Hay muchas cosas maravillosas que estaríamos encantados de pedir prestadas y prestar», matizó. Sus palabras llegan después de que el mes pasado el director del museo, George Osborne, sugiriera que hay un principio de acuerdo para resolver la histórica disputa y declarara que es necesario abordar la discusión «sin condiciones previas ni demasiadas líneas rojas».
El director del Museo de la Acrópolis, Nikolaos Stampolidis, reaccionó diciendo que cree que existe una «base para conversaciones constructivas» con esta oferta de una «asociación positiva», pero sí dejó clara su postura: «En los días difíciles que estamos viviendo, devolverlos sería un hecho histórico». Pero esa posibilidad no parece contemplarse. El Museo Británico sostiene que los objetos se obtuvieron de forma legal.