Uno de cada cuatro parados menores de 25 años de la eurozona está en España
Los expertos advierten de que el desempleo en edades tempranas socava la expectativa laboral del largo plazo
El desempleo, que ha dado u0n respiro a los españoles en el primer0semestre del año, aún persiste entre l0os más jóvenes. Tanto, que uno de ca0da cuatro parados menores de 25 años q0ue se registran en los países de la e0urozona están en España. C1oncretamen0te, unos 469.000 jóvenes esp3añoles s0e encuentran en paro, lo qu6e supone 0el 22,6% de todos los países de la zona euro, donde asciende a 2.073.000 personas según las últimas cifras publicadas por Eurostat, correspondientes al pasado mes de junio.
Solo Francia supera ligeramente el volumen total de parados menores de 25 años que registra nuestro país, al contabilizar a medio millón de demandantes de empleo en ese rango de edad. Es decir, españoles y franceses suman el 50% del paro juvenil en la zona euro. Italia y Alemania también se aproximan a estas abultadas cifras al registrar 354.000 y 233.000 desempleados menores de 25 años en el sexto mes del año.
A pesar de las resistencias que encuentra la reducción del desempleo entre los más jóvenes en la mayoría de países del entorno comunitario, en comparación con el mismo mes del año pasado hay 450.000 desempleados menos en esta cohorte de edad.
Sin embargo, más allá de los valores absolutos, la comparativa de la tasa de paro entre los jóvenes da cuenta de la talla del problema que afronta cada región. Por ejemplo, aunque Francia cuenta con unos 30.000 desempleados más que España menores de 25 años, su tasa de paro es 13 puntos porcentuales inferior. Nuestro país, más allá, sale especialmente damnificado en este análisis ya que además de contar con uno de los niveles absolutos más altos, también cuenta con la segunda mayor tasa de paro en la eurozona, del 27,9%, solo por detrás de Grecia donde la tasa asciende al 29,5% de los jóvenes.
De media, en la eurozona, la tasa de paro a edades tempranas alcanza al 13,6% de la población. Son 14 puntos porcentuales menos que en España, que casi duplica la tasa.
El problema de la rigidez
De este modo, aunque el desempleo juvenil ha sido un mal endémico de España en las últimas décadas, parece que además encuentra cierto acomodo en la legislación laboral de nuestro país. «Hay mucha retención en las empresas a contratar a los más jóvenes porque venimos de un sistema muy protector con el despido», señaló el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, en una conversación con ABC, donde señala que se trata de una circunstancia con muchas aristas. «Podríamos revisar el sistema de contratación y despido, podríamos rebajar las cotizaciones que son muy altas y constituyen un tributo de facto sobre el factor trabajo», explica Pich, «pero lo que no puede ser es que los empresarios hayan interiorizado que despedir cuesta mucho».
Apunta el experto que precisamente uno de los principales obstáculos está en la mentalidad de los empleadores, y del mercado laboral en su conjunto, que se ha labrado en el contexto laboral de nuestro país. «Un exceso de protección desincentiva la contratación», subraya el presidente del Consejo General de Economistas.
En este sentido, según la experiencia del experto, en la década que transcurre entre los 20 y los 30 años se debe priorizar el aspecto formativo y de aprendizaje de un oficio a otros parámetros que determinan la elección de un puesto de trabajo, como la remuneración u otras condiciones laborales. Por lo que aboga, entre otros puntos, por reforzar la Formación Profesional.
La excesiva protección de la legislación laboral en nuestro país desincentiva las contrataciones