Francisco nombra un asistente médico
∑El enfermero, que le convenció para que se operara, cuidará de la salud del Papa
El Papa Francisco nombró ayer a un enfermero de los servicios sanitarios del vaticano como asistente sanitario personal. El designado es Massimiliano Strappeti, el enfermero que saltó a la fama por haber intuido en 2021 que Bergoglio tenía que operarse con urgencia por una estenosis diverticular, que finalmente implicó la extirpación de una parte del colon del Pontífice.
Strappetti era hasta ahora enfermero coordinador de la Dirección sanitaria y de Higien» del Vaticano, y pasa a ser asistente sanitario personal de Francisco, según informó, en un breve comunicado, la oficina de prensa del Vaticano.
En julio de 2021, refiriéndose a Strappetti y a la operación de colon que le practicaron en el hospital Gemelli de Roma, el Papa dijo: «Mi ha salvato la vita». De hecho fue Strappetti quien animó al Papa a someterse a la exitosa operación, que al final no fue con laparoscopia sino con la técnica tradicional, por decisión del cirujano Sergio Alfieri.
Strapetti nació y vive en Roma, donde cursó estudios en un instituto técnico, hasta que en el año 1994 comenzó a trabajar en el Hospital Policlínico Gemelli en la servicio de Reanimación. Desde 2002 se incorporó al Vaticano en la Guardia Médica. Así, ha prestado también servicio a Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tiene 52 años, está casado, es padre de dos jóvenes y dedica parte de su tiempo libre como voluntario a una entidad social que trabaja con los sintecho de la Ciudad Eterna.
Una salud de 85 años
En el vuelo de regreso de Canadá, el Papa, de 85 años, reconoció que deberá «bajar el ritmo» y que el último viaje fue un test. «Es verdad que no se pueden hacer viajes en este estado, quizás se debe cambiar un poco el estilo, disminuir», explicó a los periodistas en la improvisada rueda de prensa. También indicó que no puede operarse de la rodilla debido a que, después de la cirugía del año pasado, acusó por algún tiempo los efectos de la anestesia general.
Es cierto que para un Papa la rodilla tiene una importancia diversa que para un deportista, pero Francisco también reconoció que no tendrá problema a renunciar cuando sea el momento oportuno. «La puerta está abierta, es una opción normal, pero hasta el día de hoy no he golpeado a esta puerta (…) esto no significa que pasado mañana no comience a pensarlo», explicó
Ante esta acumulación de problemas de salud, que aunque leves, le causan bastantes problemas, unidos a su elevada edad, el asistente sanitario personal pasa ahora a ser una persona clave para la salud de Bergoglio, que expresándose en porteño podría decir que con Strappetti hay ‘buena onda’.