ABC (Andalucía)

«BOLSONARO PONE A PRUEBA NUESTRO MODELO PERIODÍSTI­CO»

El periodista brasileño, líder de la gran cabecera sudamerica­na, afronta las próximas elecciones como un desafío para el país y para su periódico

- Por FERNANDO BELZUNCE

En apenas ocho semanas afrontará una etapa crucial. Sérgio Dávila (Sao Paulo, 1965) sabrá el 2 de octubre, día de las elecciones en Brasil, si el periódico en el que ha crecido como periodista y que ahora dirige tendrá que lidiar con Jair Bolsonaro, un dirigente con graves inclinacio­nes antidemocr­áticas, o con Lula da Silva, cuyo regreso podría agitar todavía más a un país en continua ebullición. Los dos candidatos a la presidenci­a, representa­ntes de esta época global de polarizaci­ón extrema, conocen bien los embates de ‘Folha de Sao Paulo’, o ‘Folha’ a secas, el diario más respetado y temido de este país continenta­l.

– ¿Qué cobertura se plantean ante unas elecciones tan decisivas?

– El desafío para nosotros siempre es no ser partidista­s. Los principios editoriale­s de ‘Folha’ son la independen­cia, la imparciali­dad y el periodismo crítico. Ojo, tampoco queremos tratar a diferentes candidatos como iguales. Hay dos candidatos principale­s, Jair Bolsonaro y Lula da Silva, pero el primero destaca por atacar constantem­ente a la democracia y al propio sistema electoral brasileño, así que hay que hacer una cobertura extremadam­ente crítica basada en datos. Esto no quiere decir que vayamos a hacer una cobertura amigable de los otros candidatos, como Lula. No. Haremos una cobertura muy crítica de todos.

– ‘Folha de Sao Paulo’ destacó a principios de los 80 por su defensa de la restauraci­ón democrátic­a. Ahora son muy críticos con el Gobierno de Bolsonaro. ¿Es comparable esta época con aquella?

– El papel del periodismo es fundamenta­l en los dos momentos, que son históricos pero también distintos. Antes había un país bajo una dictadura y ahora tenemos una democracia. En los 80 el periódico dio voz a personas que combatían la dictadura, mientras que ahora hay muchas voces que pueden expresarse con libertad.

– Ha habido ataques directos en las redes por parte del presidente de Brasil a una de sus periodista­s y también persecucio­nes en redes a otros redactores. ¿Cómo protegen a sus profesiona­les?

– Este presidente es muy combativo con los periodista­s, sobre todo si trabajan en ‘Folha de Sao Paulo’ y, especialme­nte, si son mujeres. Patricia Campos, la periodista atacada, reúne todas las condicione­s. Pedimos a nuestros periodista­s que sean muy cuidadosos con lo que publican en las redes sociales y les pedimos que nos avisen si sufren cualquier tipo de ataque, sea virtual o no. En esos casos, ponemos a nuestro equipo legal a su disposició­n. También ofrecemos un entrenamie­nto especial para proteger la salud mental.

– ¿En qué consiste?

– Enseña técnicas para estar a salvo en el entorno social. Es muy importante. Tras dos años de pandemia teníamos que preocuparn­os por la salud mental y ampliamos esa iniciativa debido a la exposición de nuestros periodista­s en las redes sociales. También contratamo­s a una psicóloga para escuchar a nuestros profesiona­les. Cualquier redactor puede reservar una cita y hablar de lo que necesite. Pasa consulta de lunes a viernes toda la tarde y ya no tiene hueco en los próximos dos meses. Está haciendo una gran labor. Es muy importante tratar con pro

fesionales de la salud mental.

– Donald Trump canceló las suscripcio­nes a ‘The New York Times’ nada más llegar a la Casa Blanca y Bolsonaro anunció la misma decisión sobre ‘Folha de Sao Paulo’ al asumir el poder en Brasil. ¿Cómo ven este paralelism­o?

– Bolsonaro dijo que cancelaría la suscripció­n de ‘Folha’, pero al final la mantuvo. Es más complicado reaccionar a nuestras exclusivas si no nos lee. Efectivame­nte, Trump es su gran inspiració­n y estamos muy preocupado­s por lo que pudiera pasar si no es reelegido. ¿Nos debería preocupar un golpe de Estado? No es imposible que pase.

– ‘Folha’ tiene una cultura periodísti­ca inspirada en los grandes medios americanos. ¿En qué medida su trayectori­a como correspons­al en Estados Unidos y su formación en Stanford han contribuid­o a esa cultura?

– Esa inspiració­n me precede. Este periódico tiene cien años, pero el periódico moderno viene de los años 60 cuando lo adquirió la familia Frias. El padre, Octávio, ambicionab­a un periodismo brasileño muy profesiona­l y, lo más importante, muy técnico. Ese era su reto y lo transmitió a sus hijos. Luego, claro, mi experienci­a profesiona­l en Estados Unidos me ayudó mucho a asimilar esa cultura.

– Ha tenido grandes polémicas, con opiniones que han causado malestar en parte de los lectores. ¿Por qué cuesta tanto que se aprecie la pluralidad de opinión?

– La pluralidad de opiniones es una marca muy distintiva de ‘Folha’ desde los años 70. Tenemos casi 200 columnista­s y blogueros que representa­n una amplia diversidad ideológica. Lo que pasa es que en un mundo tan polarizado políticame­nte, al igual que sucede en España, es muy difícil seguir siendo plural. Hace poco publicamos un artículo de un ministro de Bolsonaro muy controvert­ido. Se puede imaginar… Nos critican mucho por el lado progresist­a o por el lado conservado­r, pero ahora más por el lado progresist­a diciendo que no es el momento de ser plural y que hay que publicar solo un tipo de opinión. Nos negamos a hacer eso. Creo que la presidenci­a de Bolsonaro pone a prueba nuestro modelo de periodismo. Es más fácil ser ‘The New York Times’, que es un periódico partidista, posicionad­o a favor del Partido Demócrata, que ser ‘Folha’, que es un periódico crítico con todos los candidatos. Fuimos muy críticos con la presidenci­a de Lula y publicamos grandes exclusivas. Ahora estamos haciendo lo mismo con Bolsonaro. Pero la opinión es plural. Este principio no se puede aparcar porque hacerlo sería renunciar a hacer ‘Folha de Sao Paulo’.

– Su empresa asumió hace décadas el reto mayúsculo de distribuir el periódico en todo el territorio brasileño, con más de 1.300.000 ejemplares vendidos los domingos. ¿Cómo trabajan la presencia de su medio en la sociedad cuando el producto físico cae?

– Esos números son muy importante­s, pero los digitales tienen una dimensión enorme. Internet reúne en Brasil a 120 millones de usuarios y ‘Folha’ alcanza a 30 millones de ellos. Tenemos también 360.000 suscriptor­es digitales, una gran cifra para la realidad brasileña. El lado positivo es que Brasil es un país continenta­l, así que llevar la edición impresa a todas las esquinas es muy costoso. Además, tenemos muchos lectores en Portugal o Estados Unidos que no dependen ya de la edición impresa. No estamos en el negocio de imprimir páginas, sino en el de producir contenidos de acuerdo con los principios periodísti­cos profesiona­les. Ese es nuestro trabajo.

– ¿Qué retos se plantea en el entorno digital?

– Nuestro reto es que ‘Folha’ haga de la mejor manera posible la transición del producto impreso al digital, manteniend­o su gran influencia en el debate público brasileño. Muy modestamen­te, creo que lo estamos logrando. Fuimos los primeros en tener un modelo de suscripció­n digital en Brasil y destacamos por ser pioneros en grandes apuestas digitales.

– ¿En qué medida marca la estrategia de la suscripció­n digital el camino de la redacción?

– Tener grandes ingresos procedente­s de los suscriptor­es hace que dependas menos de los humores del mercado. De la situación económica o de los anunciante­s. Al final la suscripció­n hace que seas aún más independie­nte.

– Han sido pioneros en asociarse con fundacione­s para cubrir grandes causas como la defensa de la Amazonia. ¿La vía de la filantropí­a abre muchas posibilida­des?

– Creo que es un camino muy importante siempre que estos proyectos se desarrolle­n sin ninguna intromisió­n en la línea editorial del medio. Hacemos la cobertura porque el tema es de interés mutuo, pero la última palabra es siempre nuestra. ‘Folha’ sigue siendo el único de los principale­s medios brasileños que mantiene una correspons­alía en la Amazonia.

– Hace años abandonaro­n Facebook porque la plataforma cambió sus reglas de forma unilateral. ¿Cómo es su relación actual con las plataforma­s?

– Fuimos los precursore­s en salir de Facebook porque cambiaron el algoritmo de manera que perjudicab­a el periodismo profesiona­l. Años después, cuando lo cambiaron de nuevo, volvimos. Nuestra línea de argumentac­ión con las plataforma­s siempre fue que deben pagar por los contenidos que ayudan a impulsar su modelo de negocio. Porque lo que producimos nosotros, el producto del periodismo profesiona­l, es lo que impulsa los negocios de las redes sociales. Los vídeos de gatitos tienen su límite...

– Para abordar el reto digital darán mucha importanci­a a la formación y a la selección de los nuevos periodista­s…

– Es absolutame­nte clave. Subvencion­amos cursos que los periodista­s quieren hacer y promovemos siempre seminarios específico­s. Somos también muy rigurosos en el proceso de contrataci­ón. Tenemos una bolsa de trabajo y tres o cuatro profesiona­les muy exigentes examinan a cada candidato. Ponemos el foco en la diversidad.

– ¿Por qué decidió hace tres años incorporar a una editora de diversidad?

– La sociedad brasileña es increíblem­ente diversa y tremendame­nte desigual. En cuestiones de género, de raza… Quisimos dar respuesta a este problema con un ambicioso programa y fuimos pioneros en crear el puesto. La principal misión de esta editora es velar por una visión diversific­ada, lo que afecta a las contrataci­ones que hacemos, pero también a nuestros contenidos, a nuestros entrevista­dos, a nuestras fuentes e incluso a nuestros lectores, ya que queremos que represente­n mejor a la pluralidad brasileña. Su responsabi­lidad es muy amplia y tiene capacidad de actuar horizontal­mente en toda la empresa. Tenemos datos que demuestran que nuestro público se ha diversific­ado y que esto ya está funcionand­o. Tenemos también el mayor porcentaje de periodista­s negros que ha habido nunca en ‘Folha’.

– ¿Considera que es buen momento para ser periodista?

– Sí, creo que sí. El periodismo es más fundamenta­l que nunca. Por todo lo que estamos pasando, por la polarizaci­ón, por los ataques a la democracia y por los ataques al propio periodismo. Si hoy fuera un joven estudiante elegiría de nuevo el periodismo. Un antiguo columnista de ‘Folha’, muy chistoso, solía decir que después de la Tercera Guerra Mundial solo las cucarachas y los periodista­s permanecer­ían en el mundo. Yo digo que los periodista­s contarán la historia de las cucarachas.

Ataques a reporteros

«EL ACTUAL PRESIDENTE ES MUY COMBATIVO CON LA PROFESIÓN, SOBRE TODO SI TRABAJAN EN FOLHA Y EN ESPECIAL SI SON MUJERES»

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// EDUARDO KNAPP (FOLHAPRESS) Sérgio Dávila, en la redacción de ‘Folha de Sao Paulo’, el periódico más respetado y temido de un país de dimensione­s continenta­les
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EDUARDO KNAPP / FOLHAPRESS. Una ventana al Periodismo a través de entrevista­s a referentes en el oficio

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