La autoexigencia de Macarena Olona le pasa factura médica
➤ Tres son los candidatos andaluces a sustituirla como líder de Vox: Gavira, Cortés y Alonso
Doce de octubre de 2021, Día de la Hispanidad. La todavía secretaria del grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados y portavoz adjunta, Macarena Olona, se traslada a Sevilla para dar un mitin en el Muelle de la Sal, bajo el puente de Triana. Después, en una comida restringida con sus militantes, donde cada uno pagó su plato, este redactor le preguntó por qué no daba el paso y se presentaba a las próximas autonómicas en Andalucía. «No depende de mí, necesito la aprobación de mis superiores. Y además, es una gran responsabilidad», contestó.
Esa es la clave que explica la retirada de la política de Olona. Los resultados del 19 de junio, donde con dos diputados más que en 2018 pierde peso la formación de Abascal ante el triunfo arrollador del PP y no disponer de la llave del veto que podía ejercer antes, desilusionan al partido. A pesar de ganar cien mil votos, las expectativas –sobreactuadas–, dejan un mal sabor de boca. Olona tiene un nivel de autoexigencia muy desarrollado. Lo demostró durante los cinco años de estudio para una de las oposiciones más duras, la del Cuerpo de Abogados del Estado. Sus intervenciones en la Carrera de San Jerónimo eran minuciosamente preparadas, al igual que los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional, varios con resultado de éxito, como la ilegalidad del cierre del Congreso por la declaración del estado de alarma de Pedro Sánchez.
Crisis de ansiedad
La vida política le ha pasado factura médica a Macarena Olona. A la última rueda de prensa que dio en el Parlamento andaluz le siguieron unos ataques de ansiedad y taquicardias difíciles de controlar. Que se tenía que retirar de la vida pública si quería preservar su salud no era la opinión de un solo facultativo, sino de varios. Solamente en los quince días que duró la campaña electoral la candidata de la formación ‘verde’ había perdido seis kilos. Su rostro no reflejaba ya la lozanía con la que empezó su proyecto andaluz. El tener a su bebé de dos años y medio en Madrid tampoco le ayudaba mucho a conciliar. Ya tenía plaza reservada para su hijo en
Sevilla y también vivienda. Olona disfruta de la vida hogareña y le gusta meterse en la cocina, como contó en la primera entrevista a un medio escrito que concedió a este periódico antes de los comicios. Olona pasará sus vacaciones de verano en la provincia de Granada, la misma por la que se presentó, pero muy alejada de los focos.
Vacaciones
¿Cuándo y quién será el sustituto de Olona en la Cámara andaluza y por consiguiente la máxima autoridad del partido en la región? A la primera pregunta parece que no habrá respuesta hasta después del mes de agosto. Desde Madrid les han dicho que tomen vacaciones y que esperen a que ‘escampe’ tras la tormenta del abandono de Olona. Sobre la segunda cuestión apenas hay dudas sobre el trío de diputados que tendrían el plácet de Madrid para poder convertirse en el nuevo líder que sepa sacar rentabilidad al medio millón de votos que obtuvieron en las recientes elecciones. Tres son los candidatos que se disputan la portavocía: Manuel Gavira, Javier Cortés y Rodrigo Alonso, los tres cabezas de lista por las provincias de Cádiz, Sevilla y Almería respectivamente.
Manuel Gavira, 53 años, ocupa ahora mismo la secretaría general del grupo después de que la segunda en la lista por Almería, Mercedes Rodríguez, que ostentaba antes ese cargo, pasara a la Mesa del Parlamento como vicepresidenta segunda. Precisamente, en ese organismo decisivo sobre el quehacer diario del antiguo Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla es donde se forjó este abogado como vocal en la anterior Legislatura. En su haber está su tarea como apaciguador del grupo tras las salidas del mismo del juez Francisco Serrano y la diputada por Almería y luego simpatizante de Falange Española de las Jons, Luz Belinda Rodríguez. El siguiente de la lista es Javier Cortés, economista. Ha trabajado durante toda su carrera profesional como empleado de Banca hasta que fue liberado por el partido el año pasado. A pesar de ser el más joven de todos, 41 años, es el que lleva más tiempo en política. Ya antes de que se fundara Vox fue miembro de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, germen del mismo. En 2014 presentó a Santiago Abascal en el Hotel Inglaterra de Sevilla. Ha llevado la presidencia de Vox en la capital hispalense durante todo el tiempo, salvo un período en el que su antiguo banco lo mandó a Madrid. Tiene don de formar equipos y saber escuchar. Es el rostro más nuevo y hombre de confianza de la dirección de Madrid.
El último de la terna es Rodrigo Alonso, licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Granada. Empresario de telecomunicaciones y marketing digital. Padre de dos niños. Ha ido ganando peso dentro del grupo poco a poco, hasta tener en sus manos la dirección del sindicato del partido, Solidaridad. La formación de Abascal quiere potenciar una nueva línea social y buscar votos entre los trabajadores desencantados de los sindicatos tradicionales
de la izquierda.
El nuevo portavoz del grupo parlamentario de Vox en la Cámara andaluza no se conocerá hasta que pase el mes de agosto