Estrella Damm salvó los muebles
▶ Fue tercero por detrás del Red Bandit y del From Now On. El Teatro Soho, ganador absoluto en tiempo compensado y el RCNP, en tiempo real
El último día subió el viento a unos 15 nudos de intensidad con dirección sur, por lo que el alemán Red Bandit se proclamó ganador de la 40 edición de la Copa del Rey Mapfre en la clase ORC 1 (BMW). La última manga la ganó el Aifos, que patronea el Rey porque esta vez sí defendió bien su rating y exceptuando una maniobra en sotavento, en lo demás brilló con luz propia. El barco de la Armada Española mereció esta victoria por la gran actitud que ha tenido el equipo durante toda la Copa del Rey Mapfre y por la implicación del Rey, que condujo todas las mangas menos dos.
El día amaneció con la calma y el calor instalados en Palma. Todo apuntaba a que el viento se entablaría en un embate suave de 10 nudos de intensidad, lo que beneficiaría al HM Hospitales en su asalto al liderato, pero el aplazamiento de la regata en una hora jugó una mala pasada al barco de Carles Rodríguez y Fernando León. Subió la intensidad y se entabló de sur muy enmarañado. Se dio la salida y en seguida el Estrella Damm tuvo muy claro que había que ganar al HN Hospitales para intentar, al menos, subir al podio. Ambos barcos se marcaban durante la primera ceñida, pero al llegar a barlovento el Estrella Damm, que venía amurado a babor, pasó francamente sin ser molestado, al contrario que le pasó al HN Hospitales, que tuvo que ceder estribor y caer perdiendo dos posiciones. En ese momento, los de Luis Martínez Doreste comenzaron a ganar velocidad y los de Fernando León, a perder terreno. Una popa muy igualada y la virada en baliza fundamental con una maniobra perfecta del Estrella Damm y otra no muy buena del HM Hoteles.
Marcaje férreo
La segunda ceñida ya aclaró mucho más las cosas. El Estrella Damm subía como un rayo mientras que el HM Hospitales perdía velocidad. Solo había que marcarle para no dejarle ganar metros. Por delante el Red Bandit, el Arroba y el Aifos, ya inalcanzables por la intensidad del viento. Quedaba una sola popa y la misión del Estrella Damm era adelantar también al argentino From Now On para auparse a la segunda posición de la general. Navegaban muy bien los de Luis Martínez Doreste cuando se les rompió el spinakker y tardaron 40 preciosos segundos en solventar el problema. El argentino aprovechó esta circunstancia para imponerse por cuatro segundos en la clasificación final.
En esta clase se ha impuesto el barco que iba cuarto al finalizar la primera fase, segundo el que quedó quinto, tercero el que quedó segundo y cuarto el que quedó primero.
De todas las maneras, y a parte de lo más o menos injusto de la clasificación, es infumable haber incluido a los barcos de IRC en esta clase. El corte en ORC1 (BMW) de este año ha perjudicado claramente a la clase. Una más de la organización.
En ORC 2 (BMW) venció el Teatro Soho, de Javier Banderas y Luis Doreste. El barco andaluz se impuso también en la clasificación entre los barcos que están medidos en tiempo compensado. Le ha sacado 17 puntos al alemán Elena Nova y 18 al Katarina. Muy buena Copa del Rey Mapfre de Banderas, que revalida el título que consiguió el año pasado. Esta es la quinta vez que gana en su clase y la segunda que lo hace en la general absoluta final.
La Women’s Cup, atracción
La Women’s Cup (Mallorca Sotheby’s) es la tercera clase más importante de la Copa del Rey Mapfre, aunque la Real Federación Española se empeñe en despreciarla y aprovecharse de ella para utilizar el dinero que da Iberdrola como patrocinio. La regata ha sido muy competida, con un RCNP Team con mucha calidad y luchando siempre contra el Dorsia Covirán, que ha sido segundo. Las de María Bover también han ganado la general final entre los barcos que navegan en tiempo real. Muy buenas vibraciones han dado también las chicas del Trocadero, pero se nota que todos los equipos están a falta de ayudas. La inclusión de la mujer en la vela, tal y como la plantea la Federación, no es tal. No se trata de acomodarlas en una clase, se trata de acomodarlas sin obligar a nadie en la flota de cruceros, que no es lo que está pasando.