Castillo califica de «show mediático» la orden de detención contra su cuñada
▶ Yenifer Paredes, en paradero desconocido, es investigada por presunto tráfico de influencias en Perú
El presidente Pedro Castillo calificó de «show mediático» la orden de detención de su hija putativa y cuñada, Yenifer Paredes, de 26 años, por formar parte presuntamente de una organización criminal para direccionar obras en la localidad de Anguia, donde nació el mandatario, a través del alcalde de Anguía, Nenil Medina, y una empresa donde trabajó Paredes. En un mensaje a la nación, Castillo denunció la acción de la Fiscalía «que allana mi domicilio en busca de mi hija (Yenifer Paredes) creyendo que con ello van a doblegarme».
«Fui elegido presidente democráticamente, mediante un proceso electoral limpio y transparente; cargo que ejerzo con honor y con responsabilidad y honestidad. Sin embargo, se persiste en desconocer el triunfo del pueblo, todos los peruanos somos testigos de la continua puesta en marcha de un plan mediático que apunta a tomar el poder de manera ilegal e inconstitucional», refirió el mandatario peruano.
«Hoy el Palacio de Gobierno y la casa presidencial una vez más han sido violentados con un allanamiento ilegal avalado por un juez, coincidentemente cuando se está gestionando mi inhabilitación por 5 años para arrebatarle al pueblo peruano su legítimo Gobierno…», dijo Castillo. Y agregó: «Es evidente la confabulación entre una parte del Congreso, la Fiscalía de la Nación y un sector de la prensa para desestabilizar el orden democrático».
Para el escritor y economista de la Universidad del Pacífico, Álvaro Henzler, si bien Castillo ganó las eleccionesde manera democrática, «ello no es excusa para afrontar graves acusaciones contra él y su círculo íntimo». Y considera «inaceptable su ataque a prensa y fiscalía. Hay abrumadora mayoría que lo desapruebe y desconfía», afirma en relación al discurso del presidente.
Epicentro de la crisis política
Anguía, donde nació y vivió Castillo hasta que asumió su cargo el 28 de julio pasado, es el epicentro del escándalo donde se mezclan cuitas judiciales y direccionamiento de obras que involucran al alcalde de esta localidad, Nenil Medina; la cuñada e hija putativa del presidente, Yenifer Paredes; y la empresa de los hermanos Ospino, quienes fueron elegidos por el alcalde para realizar diversas obras para Anguía.
Paredes, que trabaja en la empresa que fue beneficiada con diversas obras por el municipio de Anguía, es investigada por un presunto delito de tráfico de influencias.
La semana pasada, el equipo especial contra la corrupción del poder de la Fiscalía de Perú incautó en la municipalidad de Anguía, en la provincia de Chota en Cajamarca, cerca de diez ordenadores y diversa documentación que muestra que el Gobierno de Castillo autorizó al alcalde a disponer de 29,7 millones de soles (10 millones de euros) para realizar diversas obras. La Policía detuvo ayer a Medina y a los hermanos Ospina, dueños de la empresa donde trabajaba Paredes.
«He trabajado para una empresa privada porque tengo derecho a trabajar. ¿O por ser familia del presidente o primera dama no puedo trabajar? Puedo trabajar en una empresa privada, pero si no trabajo, ¿de que voy a vivir?», dijo Yenifer Paredes a mediados de julio cuando fue invitada a declarar ante el Congreso tras ser captada por la prensa ofreciendo obras en Cajamarca acompañada de los dueños de su empresa.
«La situación legal del presidente Castillo (a quien la Fiscalía investiga por cinco casos de presunta corrupción) era crítica pero ahora ha empeorado sustancialmente», afirmó el jefe del área legal del Instituto de Defensa Legal. «Ahora está procesado por delitos graves, aislado, arrinconado políticamente y sin rumbo alguno». Ayer el abogado Benji Espinoza Ramos anunciaba que renunciaba a defender a Castillo y a su esposa.
«La situación legal del presidente Castillo era crítica, pero ahora ha empeorado sustancialmente»